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Bala perdida acabó con la vida del pequeño Cristopher Mejía

  • 30 noviembre 2014 /

El menor cursaba el primer grado en una escuela bilingüe. Hoy será sepultado en medio del dolor de sus familiares.

San Pedro Sula, Honduras.

Una bala perdida disparada por delincuentes le quitó la vida a Cristopher Yuren Mejía Reconco (7). Fue un proyectil el que le cortó los sueños al pequeño que quería estudiar para ayudar a sus padres.

La ilusión que tenía de pasar el fin de semana con su padre acabó en tragedia. Todas las semanas, el pequeño contaba los días para que llegara el fin de semana. Sus padres se habían separado hace varios meses y habían acordado que el sábado y domingo, padre e hijo lo pasarían juntos.

Pero el sábado, los asuntos de trabajo obligaron al padre de Cristopher a dejarlo solo en el negocio. El niño no quiso acompañarlo y se quedó jugando en el local adonde funciona una llantera.

Fueron segundos cuando la balacera irrumpió el silencio en el barrio Concepción cuando frente al negocio de su padre se produjo una balacera. El niño al escuchar las detonaciones buscó cubrirse de las balas que los hombres disparaban contra un lavador de carros, pero no evitó ser alcanzado y fue un solo proyectil el que le destruyó su vida.

El menor pese a que fue trasladado al Hospital Mario Catarino Rivas, no se salvó, murió minutos después de ser alcanzado por el balazo. La desesperación privó en los padres, familiares, vecinos, amigos y en todos los que conocían al niño vivaracho, quienes no concebían cómo la violencia se llevaba la vida de un ángel inocente que el destino colocó en el lugar equivocado.

Ayer su cuerpo fue retirado de Medicina Forense y sus restos son velados en la colonia Modelo, adonde vivía con su madre, y sus honras fúnebres se programan para hoy en horas de la mañana.

dolor. Ayer fueron retirados los restos de Cristopher Mejía Reconco de Medicina Forense.

Ayer fueron retirados los restos de Cristopher Mejía Reconco de Medicina Forense. {$PieFoto}

Un niño noble

“Era un niño especial, inteligente, noble, muy hiperactivo, muy pegado conmigo. Tengo un dolor inmenso, me arrebataron una parte de mi vida. Era un ser especial y noble que lo único que quería era pasar todos los fines de semana conmigo”, sollozaba el padre del menor.

Y es que la muerte del pequeño ha calado en los vecinos que compartían con él cuando acompañaba a su padre en la llantera. “Era un niño cariñoso, con un gran corazón. A veces uno no entiende por qué tienen que pasar estas cosas y perder gente inocente. Solo pedimos que Dios les dé fortaleza a sus padres para soportar la pérdida del niño”, dijo uno de los vecinos en el barrio Concepción.

Cristopher estaba feliz, había culminado sus estudios de primer grado en la escuela bilingüe Shadai, que se ubica en la colonia Ideal, en la que el otro año cursaría el segundo grado.

Había pasado el año con notas sobresalientes, era admirado por sus maestros y compañeros, quienes lo calificaron como un estudiante muy dedicado, responsable y que le gustaba ser el mejor de su clase. Pero los sueños terminaron, la alegría de Cristopher se apagó, los planes de pasar la Navidad con sus padres, de continuar sus estudios y graduarse se acabaron. El pequeño ahora forma parte de las estadísticas de muertes violentas en Honduras y deja desconsolada a una familia que hoy llora por la muerte del niño que nunca debió ocurrir.

“Éramos muy unidos, mi hijo era lo más hermoso y ahora cuesta resignarse” exclamó el padre.

Las autoridades no tienen pistas claras en el ataque que se originó contra un lavador de carros el sábado en horas de la noche, donde lamentablemente, uno de los proyectiles alcanzó al pequeño y lo mató. No han establecido una causa ni la identidad de los asesinos que dispararon sin piedad, sin medir que junto al hombre que buscaban apagaban la vida del niño de siete años.

inocente. Cristopher Yuren Mejía Reconco en varias fotos del álbum familiar, era un niño lleno de sueños e ilusiones.

Cristopher Yuren Mejía Reconco en varias fotos del álbum familiar, era un niño lleno de sueños e ilusiones.