La Ceiba, Honduras.
Las autoridades de Honduras se encuentran sin pistas de los autores del crimen que rompió la tranquilidad en la madrugada del jueves en La Ceiba.
En la balacera contra un taxi en el que viajaban como pasajeros un policía penitenciario y una mujer también falleció el motorista de la unidad.
El hecho criminal ocurrió a eso de las 2:00 am en la avenida Morazán frente a un centro comercial en el centro de esta ciudad, cuando sujetos desconocidos a bordo de un vehículo dispararon contra la unidad en que se transportaban las víctimas.
Los fallecidos fueron identificados como Marlon Joel Fúnez (34), quien era el conductor del taxi y Darwill Llecir Montes Lopéz (24), un policía penitenciario. La dama de entre 20 y 25 años, que se presume, acompañaba al uniformado, hasta ayer no había sido identificada por las autoridades.
Las víctimas se conducían en el taxi 0981 e iban con dirección al centro de la ciudad cuando fueron atacadas.
Según testigos, desde una camioneta negra les venían dando persecución y a inmediaciones de un centro comercial los alcanzaron y les dispararon hasta matarlos.
Los cuerpos del taxista y sus pasajeros quedaron en el interior de la unidad, mientras la segunda puerta del lado derecho quedó perforada por los múltiples impactos de bala calibre desconocido que quedaron sobre el pavimento.
Ataque dirigido a pasajero
Por la forma en que se dieron los hechos las autoridades presumen que el ataque iba dirigido para alguno de los pasajeros.
“Ya el personal de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), está haciendo las investigaciones a fin de identificar el móvil y lo más importante, capturar a los responsables de este hecho”, informó el subcomisario Luis Bustamante, vocero de la Policía Departamental de Atlántida.
Familiares del taxista llegaron consternados por su muerte a reclamar su cuerpo a Medicina Forense.
“Él era una buena persona, casi nunca hacia viajes de noche y la última vez que lo vi fue la noche antes de su muerte, le ofrecí cena y solo me dijo que le diera un taza de café, que no tenía hambre y que iba a seguir trabajando”, expresó Arely Padilla, esposa del infortunado taxista, quien residía en la colonia Vistas de Satuyé.
El subcomisario Yadin Zepeda, jefe del Centro Penal del Barrio Inglés, informó que el policía penitenciario desde hace tres años prestaba sus servicios en este recinto.
“Él andaba de franco cuando le ocurrió esto, estamos haciendo los trámites para trasladarlo a donde vive su familia en Olancho”, dijo. Hasta ayer el cuerpo de la mujer no había sido identificado y continúa en la morgue de Medicina Forense de La Ceiba.
