San Pedro Sula, Honduras.
Óscar Alberto Cervantes Chávez y Brayan Gerardo Zambrano Rosales, acusados del asesinato contra el taxista Alexis Ramón Urbina, comparecieron ayer al Tribunal de Sentencia a la audiencia de juicio oral y público.
A pesar de que en el Tribunal no había fluido eléctrico, el debate empezó con las evacuaciones de las pruebas testificales y documentales propuestas por la Fiscalía del Ministerio Público.
Los juzgadores tenían previsto que las pruebas fueran evacuadas ayer y así poder concluir el debate; pero la causa se suspendió y fue programada para el lunes 25 de agosto a la 1:30 pm porque no comparecieron un testigo protegido, un agente de la Policía de Investigación y un experito forense.
Evacuación de pruebas
Alexis Ramón Urbina, quien conducía el taxi con registro 4020 de la ruta de colectivos Valle de Sula-Cabañas-Centro, al parecer fue raptado por dos hombres que se hicieron pasar como pasajeros, quienes lo ultimaron en la colonia Panting.
La víctima salió en la unidad de transporte del punto de taxis con una carrera directa con los dos pasajeros y minutos más tarde fue encontrado muerto dentro del automóvil con varios balazos, según la investigación.
Uno de las pruebas que presentó la Fiscalía de Delitos contra la Vida fue un testigo protegido que identificó plenamente a los encausados.
Otra de las pruebas que presentó el Ministerio Público fue la ratificación del dictamen de autopsia hecha por el médico forense. El dictamen establece que a la víctima le infirieron 14 balazos y que la causa de muerte fue laceración cerebral, ya que recibió varios tiros en la cabeza y en otras partes del cuerpo.
También se presentó un técnico en dactiloscopia para cotejar las huellas dactilares encontradas en el automóvil con las de los enjuiciados. Otro de los medios de prueba de la Fiscalía de Homicidios fue el dictamen toxicológico hecho a los ahora enjuiciados para determinar si había residuos de pólvora en sus manos, pero solo se presentó y ratificó el practicado a Zambrano Rosales. La Fiscalía espera una sentencia condenatoria.
Óscar Alberto Cervantes Chávez y Brayan Gerardo Zambrano Rosales, acusados del asesinato contra el taxista Alexis Ramón Urbina, comparecieron ayer al Tribunal de Sentencia a la audiencia de juicio oral y público.
A pesar de que en el Tribunal no había fluido eléctrico, el debate empezó con las evacuaciones de las pruebas testificales y documentales propuestas por la Fiscalía del Ministerio Público.
Los juzgadores tenían previsto que las pruebas fueran evacuadas ayer y así poder concluir el debate; pero la causa se suspendió y fue programada para el lunes 25 de agosto a la 1:30 pm porque no comparecieron un testigo protegido, un agente de la Policía de Investigación y un experito forense.
Evacuación de pruebas
Alexis Ramón Urbina, quien conducía el taxi con registro 4020 de la ruta de colectivos Valle de Sula-Cabañas-Centro, al parecer fue raptado por dos hombres que se hicieron pasar como pasajeros, quienes lo ultimaron en la colonia Panting.
La víctima salió en la unidad de transporte del punto de taxis con una carrera directa con los dos pasajeros y minutos más tarde fue encontrado muerto dentro del automóvil con varios balazos, según la investigación.
Uno de las pruebas que presentó la Fiscalía de Delitos contra la Vida fue un testigo protegido que identificó plenamente a los encausados.
Otra de las pruebas que presentó el Ministerio Público fue la ratificación del dictamen de autopsia hecha por el médico forense. El dictamen establece que a la víctima le infirieron 14 balazos y que la causa de muerte fue laceración cerebral, ya que recibió varios tiros en la cabeza y en otras partes del cuerpo.
También se presentó un técnico en dactiloscopia para cotejar las huellas dactilares encontradas en el automóvil con las de los enjuiciados. Otro de los medios de prueba de la Fiscalía de Homicidios fue el dictamen toxicológico hecho a los ahora enjuiciados para determinar si había residuos de pólvora en sus manos, pero solo se presentó y ratificó el practicado a Zambrano Rosales. La Fiscalía espera una sentencia condenatoria.