Choluteca, Honduras.
Luego de operativos en diferentes barrios de la ciudad de Choluteca, la Policía capturó a dos jóvenes a quienes supone responsables del asesinato de Víctor Manuel Rodríguez Manzano (de 8 años).
Los detenidos fueron identificados como Luis Fernando Pérez Vargas (de 21) y Manuel Armando Matamaros Castro (de 22).
Ambos fueron detenidos en el barrio El Centro desde la noche del martes, horas después del violento hecho, pero su identidad fue revelada hasta anoche que se estaba completando la investigación. El reporte policial establece que Pérez Vargas y Matamoros Castro inicialmente fueron detenidos por escándalo público.
Hecho.
El niño perdió la vida la noche del martes luego que dos hombres asaltaran a David Rodríguez (padre del niño), su tío y un amigo, quienes jugaban con sus celulares en la acera de la cuartería en la que residen.
Además de Víctor Manuel, en el sitio del incidente se encontraba la hermanita del pequeño de 17 meses de edad, quien se salvó de milagro. Según lo relatado por el padre del menor, los dos hombres que se conducían en una motocicleta blanca pasaron por el sitio, dieron la vuelta en la esquina y regresaron en dirección hacia ellos.
Uno de los delincuentes se bajó de la motocicleta y pidió los celulares a los muchachos. Ellos se los entregaron y el delincuente se subió en la moto junto con su compinche, pero a pocos metros de haber iniciado su marcha dispararon contra las víctimas hiriendo de muerte al pequeño Víctor. “Yo estaba sentada con mi tierna, de un momento a otro escuché unas voces que discutían y luego el disparo, pero yo pensé que era un cuete, hasta que mi hijo me gritó: ¡mamá! y lo vi que vomitó sangre y cayó al suelo”, dijo entre lágrimas Gloria Manzano, quien al momento del hecho criminal tenía una hora de haber sido dada de alta por el nacimiento de su cuarto hijo.
Desconsolada por lo ocurrido, Doris Moncada, abuela del menor, recuerda cómo su nieto la recibía cada tarde al retornar de vender morro (bebida típica).
“Ahora quién me va a recibir. Este año ha sido tan duro para mí, primero perdí a mi hijo, después a mi hermano y ahora a mi nieto, todos por la violencia que ataca a nuestro país. Pero qué maldad hacía un niño”, dijo desconsolada.
La ola de violencia que se ha desatado en la ciudad de Choluteca mantiene conmocionado a los pobladores y a la iglesia.
“Vivimos momentos de incertidumbre, sobre todo en la juventud, por las situaciones de delincuencia”, dijo el vicario Luis Ríos.
