Islas de la Bahía.
En una inspección de rutina fueron sorprendidos ayer 17 privados de libertad por agentes policiales y del Ministerio Público cuando pretendían escapar de las bartolinas de la sede policial de la isla de Roatán a través de un túnel que estaban excavando.
Para evitar un nuevo intento de fuga, las autoridades policiales trasladaron vía marítima a los reclusos la mañana de ayer a la granja penal de El Porvenir, ubicada en el departamento de Atlántida.
Los reos trasladados responden a los nombres de Nery Acosta Martínez, Junior Thomas Welcome Warren, Michael Bryan Zúniga Nixon, Edil Rolando Carías Mejía, Edwar Jamely Brown Pinace, Walter Nehemías Vásquez Rodríguez, José Esteban Cárcamo Sosa, Elroy Javier Rosales Bustillo, Ana Raquel Castellanos Suazo y Kevin Geovany Martínez Steward.
| El agujero por el que pretendían escapar los reclusos fue descubierto tras una inspección de rutina la mañana de ayer por parte de los agentes policiales y del Ministerio Público.
|
Además, Dorion Josep Welcome, John Joshua Nelson Rivas, Antony David Jeorge Meza, Jeyson Noel López Acosta, Kimberly Rebeca Halland Centeno, Marlon Efraín López Aquino y Terry Rito Bodden Bailey. Este último era uno de los criminales más buscados y fue capturado por varios asesinatos, robos agravados, tráfico de drogas y portación ilegal de armas en el municipio de José Santos Guardiola.
LEA: Trasladan desde Roatán a La Ceiba a 17 privados de libertad
Los otros están acusados de asesinato, violación, facilitación para el transporte de drogas y tráfico de cocaína. Las autoridades de la isla informaron que se necesita la presencia del Instituto Nacional Penitenciario (INP) en el departamento insular para que sea el ente encargado de velar por el cuidado y custodia de los privados de libertad ya que en la actualidad son recluidos en celdas de la Policía Nacional.
La Policía de Islas de la Bahía tuvo bajo su responsabilidad a más de 18 peligrosos internos que amenazaban con golpear a los reos más débiles si no los liberaban.
A los presidiarios les hicieron evaluaciones médicas y se constató que varios de ellos tenían síntomas que incluían fatiga, ansiedad, irritabilidad, somnolencia y en ocasiones agitación, paranoia o sospecha extrema. Según los psicólogos, otros reos mostraban vómitos y temblores, propios de la abstinencia de consumo de drogas.
