San Pedro Sula, Honduras.
Son 257 pistas clandestinas de aterrizaje, las cuales eran utilizadas por carteles para trasegar drogas, las que han sido destruidas por la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) desde 2014 hasta la fecha.
Dichas áreas se encontraban en zonas selváticas adonde el acceso es limitado para los ciudadanos y la Policía, las que además cuentan con accesos fluviales óptimos para introducir estupefacientes. Estas estaban en su mayoría en los departamentos de Gracias a Dios, Olancho, Colón, Atlántida, Yoro y Cortés.
También en ese mismo período han identificado y destruido 47 puntos ciegos, los que en su mayoría están en la frontera entre Honduras y Guatemala. Estos puntos eran utilizados por grupos criminales para contrabandear y traficar todo tipo de productos, ya sea droga, alimentos e incluso para paso de personas ilegales que viajan desde el sur del continente a Estados Unidos.
José Coello, vocero de Fusina, detalló que con la destrucción de estas pistas y puntos ciego se evita que por el país transiten cientos de toneladas de droga al año. En los últimos cinco años, las fuerzas de seguridad dedicadas a combatir el tráfico de drogas han decomisado 20,024 kilos de cocaína valorados en Honduras aproximadamente en 20,240,000 dólares.
Esa droga en su mayoría fue traída desde Colombia en lanchas, barcos y avionetas, las que en varias ocasiones han sido abandonadas y quemadas en las narcopistas. Coello detalló que Fusina ha logrado en varios operativos el decomiso de 175,135 libras de marihuana, que es cosechada en zonas montañosas de Colón, Yoro y Olancho.
Además, en las operaciones combinadas entre las Fuerza Armadas y Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DCLN) se ha logrado identificar y destruir 18 narcolaboratorios en los que en su mayoría se procesaba cocaína y se trabajaba con marihuana.
Los narcolaboratorios son montados por carteles y bandas criminales en zonas montañosas de difícil acceso, por lo que la mayoría ha sido identificada por aviones de reconocimiento de la Fuerza Aérea.
Uno de los lugares recién destruidos es una plantación de hoja de coca en Olancho.
