San Pedro Sula, Honduras.
'A mi hija la mataron por envidia', expresó con dolor e impotencia la madre de Leila Sarahí Evanks Gavarrete (30), una fisicoculturista a quien encapuchados sacaron de su casa, luego su cadáver apareció flotando en el río Chamelecón.
La consternada señora, entre lágrimas pidió a la justicia todo el peso de la ley contra los asesinos de su hija:' A ella le arrebataron sus sueños. Era una muchacha sana. Era mi mano derecha. A los que le hicieron eso los bendigo'.
El jueves 08 de noviembre, a eso de las 10:00 pm, sujetos desconocidos llegaron a la vivienda de Evanks ubicada en colonia Planeta de La Lima, y ante el ruego de su hija de once años (“No la maten, no la maten”) se la llevaron a la fuerza.
De acuerdo a testigos, Leila luchó durante varios minutos contra sus atacantes quienes la lograron dominar y la sacaron arrastrada.
Los parientes de la fisicoculturista revelaron que ella tenía planeado competir en los Estados Unidos.
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Tras el rapto de la mujer, sus familiares comenzaron su búsqueda; sin embargo, ayer fue hallada asesinada en horas de la mañana. Su cuerpo presentaba avanzado estado de descomposición. Sus victimarios la asfixiaron y le cercenaron uno de sus pechos, según el dictamen forense.
La madre aseveró que ya habían recibido amenazas de muerte y que dieron parte a las autoridades, pero no quiso precisar más datos al respecto.
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Tras la muerte de Evanks y debido al temor, sus parientes tuvieron que abandonar la vivienda en donde vivían en Planeta.
El cuerpo de la fisicoculturista es velado en una funeraria ubicada en San Pedro Sula. De momento se desconoce la identidad de los hechores y el móvil del crimen.
