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Culpable por estafar a 218 personas con viviendas

  • 26 septiembre 2018 /

    San Pedro Sula, Honduras

    Los jueces de la sala 5 del Tribunal de Sentencia declararon culpable del delito de estafa continuada a Mirna Esperanza Mateo Chirinos, quien, según el fallo, bajo engaños ofreció un proyecto habitacional a personas de bajos recursos que pagaron cantidades de dinero y nunca construyeron las viviendas en Ticamaya.

    El 22 de octubre
    será la audiencia de individualización de la pena, que es de seis a nueve años, pues el monto de lo defraudado supera L100,000.

    Asimismo, la Fiscalía de Protección al Consumidor acusó a Mildred Eunice Bonilla Flores, quien era subgerente de la inmobiliaria Casa Bonita, pero los jueces la absolvieron debido a que ella se retiró del proyecto cuando percibió que había dolo de su socia.

    Mirna Mateo, como gerente de la inmobiliaria que iba a construir casas, firmó el 30 de noviembre de 2013 un contrato de arrendamiento con opción a compra con el dueño de un terreno de 66 manzanas en Ticamaya. Las dueñas de la empresa Casa Bonita, constituida el 13 de diciembre de 2013, iban a edificar viviendas en la residencial Perla de Jucutuma, por lo que comenzaron a promocionar la obra regando volantes en maquilas y barrios con personas de escasos recursos.

    A los ciudadanos les dijeron que el proyecto sería financiado por un programa del Gobierno con solo dar 5,000 lempiras para apartar los lotes, más L10,000 de prima y mensualidades de 2,000 lempiras.

    Con ese engaño, 218 personas hicieron depósitos de dinero de entre 5,000 a 33,000 lempiras, haciendo un total de 2,557,450 lempiras.

    Las casas de dos habitaciones eran ofrecidas por el valor de 285,000 lempiras y las de tres costaban 385,000, pagaderos con cuotas de dos mil y tres mil lempiras.

    Con las facilidades de pago que ofreció la empresa, muchos ciudadanos comenzaron a pagar, pero en el transcurso de los meses no miraban que avanzaban con la construcción.

    El 1 de octubre de 2014, el dueño de las 66 manzanas disolvió el contrato con la empresa Casa Bonita, representada por Mildred Esperanza Mateo, quien no había pagado dos cuotas ni presentó los trámites que acreditaban el proyecto. Ante el problema, Mirna Mateo Chirinos creó con su esposo otra empresa llamada Mi Casa Bonita, con la que siguió engañando a más clientes que hacían depósitos de dinero cuando ya el proyecto estaba suspendido.

    La acusada cerró la oficina que tenía en el centro de San Pedro Sula y la gente iba a buscarla, al no encontrarla interpusieron la denuncia en la Fiscalía del Consumidor. En este caso solo procedieron 218 personas, pero Mateo Chirinos habría estafado a muchos más que no interpusieron la denuncia.

    Los jueces en su fallo dijeron que en el caso hubo más personas involucradas.