El director del Luis Larach, en que el programa no satisfizo las expectativas y que buena parte de los fondos se fue en burocracia y consultorías.
Valenzuela manifestó que ningún organismo internacional prestamista o donante ni el Estado de Honduras permiten que la inversión sea más del 30% en salarios y consultorías necesarias para el funcionamiento de los proyectos.
“El proyecto tiene más de 10 millones de dólares en actividades que no son consultorías, sino infraestructura, equipamiento y educación”.
Según Valenzuela, hay aciertos y errores que se cometieron desde el principio “y, si hacemos un balance y un análisis objetivo, el proyecto ha dejado más cosas buenas que malas y es la plataforma para cualquier otro proyecto de prevención en los municipios”.
Para el director, durante la ejecución de proyecto se hicieron inversiones importantes en educación, infraestructura deportiva, equipamiento de colegios técnicos, diez Centros de Alcance para jóvenes, construcción de bibliotecas comunitarias, casas de la cultura y el fortalecimiento de la Secretaría de Seguridad.
Recalcó que en 16 municipios del Valle de Sula, doce de Cortés, tres de Yoro y uno de Santa Bárbara construyeron y equiparon 22 bibliotecas comunitarias semivirtuales y seis casas de la cultura en los dos últimos años.
“En San Pedro Sula construimos cuatro bibliotecas comunitarias, equipamos tres colegios técnicos y el IPC. Además se modernizó el número de emergencia 199 y se ejecutó la segunda etapa del proyecto de cámaras de vigilancia y se construyó y equipó el Observatorio de la Violencia”.
Valenzuela, con dos años de estar al frente del proyecto, asegura que si el exalcalde Larios Silva llama fracaso a todo, “entonces él fue parte del fracaso porque fue quien diseñó el proyecto”.
Sin embargo, Valenzuela únicamente se refiere a la labor en su administración, no a otras en que el programa tenía empleadas a decenas de personas.
El funcionario le sugirió al exalcalde que asista a las inauguraciones de todos los proyectos, “lo invitamos para que se entere y discierna con más propiedad y objetividad sobre el proyecto que él diseñó”.
El Programa Paz y Convivencia ya finalizó porque los desembolsos del BID se terminaron en agosto. Según el director, solo se ejecutaron 13.5 millones de dólares de los 22 millones iniciales, pues el Gobierno en la administración de Manuel Zelaya retiró seis millones de dólares.
Además se pagaron 600,000 dólares en intereses por el préstamo al BID.