Bajo estrictas medidas de bioseguridad empezó ayer la jornada de vacunación y desparasitación de menores con un llamado a los padres de familia a prevenir enfermedades.
En Cortés también se comenzó en todos los municipios con las normas de bioseguridad, a excepción de San Pedro Sula. La meta de la actividad, que finaliza el 30 de junio, es inmunizar a más de dos millones de hondureños para eliminar y erradicar enfermedades prevenibles y contribuir a disminuir la morbilidad y mortalidad por influenza estacional.
Datos
Conforme a cifras de la Organización Mundial de la Salud, las vacunas evitan entre dos millones a tres millones de muertes al año al proveer protección contra enfermedades como la difteria, sarampión, neumonía, rotavirus, rubeola, tétanos y polio. Las vacunas son muy importantes porque actualmente protegen al niño de las siguientes enfermedades: difteria, tétano, tos ferina, poliomielitis, meningitis influenza tipo B, sarampión, rubéola, parotiditis y hepatitis B.
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“Tenemos 216,457 niños menores de dos años por vacunar acumulados desde 2019 y que no pudieron vacunarse a principio de año. Esperamos que la población acuda a los centros asistenciales siempre tomando las medidas de bioseguridad”, expresó la directora departamental.
Influenza
Diógenes Chávez, subdirector departamental, recordó que se vacunará contra la influenza estacional a las embarazadas, población infantil de 6 a 23 meses, trabajadores de salud del sector público, granjas avícolas, población de 2 a 59 años con enfermedades crónicas y adultos mayores de 60 años. 216,457
niños es la población pendiente de vacunar de menores de dos años que necesitan inmunizarse, según registros.
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Roberto Cosenza, viceministro de Salud, hizo un llamado a los hondureños recordando que la vacunación es la primera prevención para mantener el control, eliminación y erradicación de las enfermedades prevenibles. “En el departamento de Cortés se ha dado prioridad a los municipios con mayor necesidad”.
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