Cada día aumentan las construcciones en los bordos, áreas municipales y derechos de vía. El descontrol es evidente, y el propio alcalde Roberto Contreras lo reconoce en un mensaje publicado en video, donde pide a los ciudadanos denunciar las invasiones.
El problema es que, ante tal descontrol, las autoridades deberían actuar de oficio, ya que no se necesitan denuncias para intervenir. Basta con recorrer la ciudad para constatar la realidad de los bordos y los predios invadidos.
Quienes residen en los bordos manifiestan que tienen derecho a vivir en algún sitio y que, si los desalojan, deben ser reubicados en un lugar digno.
Para Obelia Méndez vivir en el bordo del río Blanco es la única opción: allí no paga nada, aunque en medio de la conversación confiesa que paga alquiler.
No menciona a quién ni cuánto. Es madre de tres niños y se dedica a recolectar plástico. Dice que vino desde Ocotepeque y ha vivido en varios bordos; en el del río Blanco lleva unos dos años.

El problema no es solo la presencia de personas en estos sitios, sino que muchos han instalado negocios y construido edificaciones de bloque y zinc.
Zonas que hace años estaban despobladas, hoy están cercadas y llenas de actividad comercial. Hay pulperías, viveros, “car wash” y planteles de transporte pesado, donde incluso se descargan ripio y desechos de construcción en los ríos. En estos sitios, nadie paga impuestos ni permisos de operación.
El video del alcalde
“Estimados sampedranos: el desarrollo de la ciudad se está viendo afectado por tanta invasión en áreas municipales, ya sea en los bordos o en áreas de retiro que están siendo tomadas por los invasores.
Quiero pedirles, por favor, a todos los sampedranos que apoyen y ayuden denunciando, porque la municipalidad construirá obras o parques lineales en sitios donde se está levantando una covacha o galera, para luego desarmarlas”, expresó el alcalde.
Contreras también señaló que no se puede frenar el desarrollo de la ciudad por culpa de invasores de oficio, que después alquilan estas covachas por dos mil o tres mil lempiras, roban energía eléctrica y hasta cable.
“Denuncie. Es prohibido invadir áreas municipales”, afirmó.Cabe señalar que, en la ciudad, no solo los bordos han sido invadidos. También hay ocupación de predios municipales, como la antigua Procesadora Municipal de Carnes (Promuca), según denuncias de pobladores de Chamelecón.Varios proyectos de soluciones viales están enfrentando dificultades para avanzar debido a la ocupación en los derechos de vía, según conoció LA PRENSA.
También se han presentado problemas para construir otras obras por la misma razón. Incluso, algunos pobladores han realizado protestas.
Hay que buscar soluciones
Por su parte, Alberto Benítez, director ejecutivo de Hábitat para la Humanidad, indicó que se estima que unas 40,000 familias viven actualmente en los bordos.
“Existen 133 asentamientos humanos informales, de los cuales 25 están en San Pedro Sula, y 16 de estos se ubican en los bordos de los ríos que cruzan la ciudad. Hay otros asentamientos en derechos de vía pública y en terrenos en litigio. En esos asentamientos hay más de 134,000 viviendas, y ahora unas 40,000 familias”, detalló.
El director de Hábitat señaló que han propuesto al Gobierno central y a la municipalidad trabajar en un programa multianual y un proyecto piloto que sirva como modelo para abordar el problema de los asentamientos irregulares.
No se trata únicamente de una reubicación, sino también de considerar los medios de vida de quienes habitan en estos lugares.Benítez explicó que el problema no se limita a los bordos. “No cuentan con servicios básicos.
El agua es escasa y pocos tienen letrinas. Muchas casas están construidas con madera reciclada, láminas deterioradas y plástico”.
En los últimos años no se ha iniciado ningún proyecto de reubicación. El video del alcalde Contreras, donde expone la situación de las invasiones, es hasta la fecha el único pronunciamiento público realizado por las autoridades municipales sobre este asunto.