Con una mirada que reflejaba esperanza y las emociones a flor de piel, Ana Sánchez, de 24 años, compartió lo agradecida que está por tener una nueva oportunidad de vida, luego de haberse sometido a una cirugía de corazón abierto.
La joven nació con una afección cardiovascular, un drenaje anómalo parcial de venas pulmonares y comunicación interauricular ostium secundum.
Se trata de una enfermedad poco común, donde las venas pulmonares drenan al lado opuesto, además tener un orificio que comunicaba ambas aurículas, reduciendo el nivel de oxígeno en sangre.
Sin embargo, Ana fue diagnosticada hasta que cumplió 12 años, durante un chequeo médico de rutina. Desde entonces comenzó un largo proceso, lleno de visitas a hospitales, exámenes y medicamentos, pero sobre todo, de mucha fe en Dios.
La sampedrana relató que pese a su condición, trataba de llevar una vida normal, estudiando, trabajando en el negocio familiar y sirviendo en el equipo de danza de su iglesia.Y, aunque en ocasiones su corazón se cansaba, los médicos se sorprendían, ya que no presentaba los síntomas o complicaciones comunes de la enfermedad.
Ana, quien estudia una licenciatura en Diseño Gráfico, contó que a pesar de que llevaba una vida normal, eran conscientes de que su salud podía complicarse en cualquier momento.
Esto debido a que, según explicó su médico, las personas que nacen con esta afección rara vez logran llegar a la vida adulta sin una intervención quirúrgica.
Nace una esperanza
Una cirugía que para Ana y su familia parecía imposible, ya que no suele practicarse a nivel público y en los centros privados oscila entre L700 mil y L1 millón.
No obstante, en 2025 se abrió una ventana de esperanza, Ana fue seleccionada como la primera paciente del programa de cirugía cardiovascular para adultos Sanando Corazones, impulsado por la fundación Mensajeros de la Paz en el hospital Mario Rivas.
La joven reveló que en su momento sintió temor, debido a que era una cirugía complicada, pero que decidió confiar en Dios y que el personal del hospital cuidó bien de ella.
A casi dos meses de su operación, compartió que ya acudió a su primer chequeo posoperatorio, está asistiendo a terapia y todo marcha bien con su recuperación.
A cerca de sus planes, dijo que pronto espera graduarse de la universidad y que a principios del próximo año contraerá matrimonio con su prometido.
Además, dijo que en el futuro espera convertirse en madre, un anhelo que antes era imposible debido a su enfermedad. Motivo por el que expresó su agradecimiento con las instituciones y las personas que hicieron posible su cirugía.
“No solo me dieron salud, me devolvieron la esperanza, sueños y planes”, apuntó.
