El 10 de abril del 2025 quedará marcada como una fecha histórica en la medicina hondureña y Centroamericana.
Por segunda vez, un equipo médico liderado por el científico Eduardo Bueso, realizó un transplante ovárico, pero ésta vez de una gemela a otra.
El primero ocurrió el 11 de enero del 2025 a una mujer de 39 años con problemas de infertilidad desde los 29 años. Ella está bien, es revisada periódicamente y su sueño de ser madre está cada vez más cerca de cumplirse gracias a Dios y al avance científico de la medicina.
Ésta vez, el procedimiento quirúrgico se realizó a una hondureña de 41 años. La donante fue su hermana gemela que es madre de tres hijos y quiso ayudar a su melliza proporcionándole su corteza ovárica para que pueda cumplir su sueño de ser madre.
La paciente tenía endometriosis, baja reserva ovárica por antecedente de tratamiento con quimioterapia.
La cirugía se realizó en el Hospital del Valle con un equipo liderado por el científico Eduardo Bueso; los médicos Miguel Ángel Crespín y Óscar Méndez, los anestesiólogos Edgardo Umaña y Miguel Edgardo Umaña y las enfermeras profesionales: Marichely Agurcia, Victoria Mendoza, Alicia Guzmán y Joselyn Gómez.
Participaron también el embriologo guatemalteco Fredy Mejía, y el ióblogo hondureño, Héctor Gutiérrez, quienes vitrificaron el tejido ovárico en nitrógeno.
La cirugía duró un poco más de cinco horas, y al igual que a la primera hondureña que se realizó el transplante en enero le cambió la vida por la esperanza de ser madre y conformar una familia.
El médico Eduardo Bueso dijo que las estadísticas de enero a la fecha no han variado mucho pues son unas 220 mil mujeres que sufren de muy baja reserva ovárica prematura, aproximadamente un 16% de las mujeres en edad reproductiva.
Procedimiento
Procedimiento. Realizar una segunda cirugía de este tipo tomando en cuenta que cada año en nuestro país 11,000 parejas presentan problemas de infertilidad por dos razones: las mujeres retrasan la maternidad y la producción y maduración de los espermatozoides está aumentando, es un hito en la región.
Bueso detalló que al igual que en la primera cirugía se empleó la técnica IVA que reactiva los folículos primordiales quiescentes, con fosfatidilinositol 3 kinasa en la paciente.
En este caso se extrajo la corteza ovárica a su la hermana gemela desde hace tres semanas. “Ya se tenía fragmentada y vitrificada en nitrógeno líquido para que pudiera activar los fragmentos y transplantarlos a los ovarios de la gemela”.