Esta semana se reanudarán los trabajos en el centro penal que se construye en la aldea La Acequia, en Naco, que albergará unos 3,500 internos, anunciaron las autoridades encargadas.
Hace más de diez años se dieron los primeros pasos para comenzar a construir el penal como una iniciativa de la Fundación pro construcción que presidía el obispo Rómulo Emiliani.
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Pero la Fundación pro construcción renunció hace dos años y el proyecto pasó a ser manejado por el Instituto Nacional Penitenciario (INP). Cuando el instituto asumió, los trabajos se paralizaron con la justificación de que era necesario un rediseño más apropiado y ajustado a la nueva política penitenciaria.
El INP fue creado a finales de 2015 y mediante decreto ejecutivo tomó el liderazgo y administración de los 27 centros reclusorios del país.
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Según los informes, la inversión hasta la fecha suma más de 200 millones de lempiras.
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Con la fundación se construyeron seis módulos, explicó Osmín Bautista, ejecutivo de la empresa supervisora del proyecto.
Detalló que, adicional y mientras se rediseñaba el penal, se construyó el cerco perimetral que delimita las 135 manzanas de terreno.
Con la construcción del cerco se puso fin a la invasión ya que habían asentamientos humanos en los predios.
Bautista indicó que también se han construido cinco torreones de vigilancia global del centro, una aduana de control y acceso a dicho centro y dos edificios para los dormitorios de los custodios penitenciarios.
| Hasta la fecha se han invertido varios millones en la infraestructura que ya está en pie y que fue rediseñada.
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El viceministro de Seguridad, Luis Suazo, anunció que los fondos para terminar el penal están autorizados y esta semana se comienzan los trabajos ya de lleno.
“Se rediseñó el proyecto para adaptarse a los estándares internacionales”, explicó.
Indicó que se construyeron los pozos para el abastecimiento de agua, pues en las condiciones originales del diseño se pensaba en traer agua potable desde la montaña, a una distancia de aproximadamente nueve kilómetros, lo cual era totalmente inaceptable por los estándares de seguridad y calidad para los reclusos. “Estamos conscientes de la necesidad de concluir esta obra y lo más importante es que los fondos están autorizados y estamos listos”.