En los próximos cuatro meses, las cifras de enfermos por dengue podrían aumentar de forma alarmante, ya que la proliferación del zancudo Aedes aegypti se presentará con más fuerza, según Salud.
Aunque se ha determinado la presencia de síntomas atípicos en las víctimas del zancudo, la epidemióloga Marialuisa Pineda asegura que los síntomas más comunes siguen siendo los mismos e hizo hincapié en el dolor de ojos como uno de los más importantes para tomar en cuenta y acudir al médico lo más pronto posible.
La doctora explica que el ser humano tiene normalmente en su organismo de 150 a 450 mil plaquetas; sin embargo, cuando hay de 100 mil plaquetas para abajo significa que es dengue con signos de alarma o grave. “Cuando las plaquetas van bajando, se puede presentar sangrado en nariz, encías, orina o heces. En el caso de las
mujeres se prolongan los días de menstruación.
Es necesario estar atentos.
Pineda informó que el sector sureste de San Pedro Sula continúa siendo uno de los más perjudicados por la enfermedad, por lo que recomienda a los vecinos de los barrios y colonias unirse para desplegar operativos de limpieza en los solares baldíos de los sectores con el propósito de evitar los criaderos de zancudos.
Añadió que las personas que padecieron dengue clásico en el pasado son más propensas a adquirir dengue grave, por lo que advierte que no deben confiarse.
Al menos nueve enfermos de dengue estaban internos ayer en el pasillo de emergencia de medicina interna del hospital Rivas. El doctor de turno, Carlos Ramos, manifestó que por el momento no se han presentado casos de dengue grave; no obstante, los contagiados de la variante clásica continúan en repunte. “No deben quedarse en casa sintiendo los síntomas. Un cuadro diarreico es una manifestación atípica”.
José Antonio Acosta (81) fue trasladado hace cuatro días del hospital evangélico de Siguatepeque al Mario Rivas con fuertes síntomas de la enfermedad, que adquirió por la contaminación que generan unos solares baldíos cerca de su casa en Santa Bárbara. “Mantengo limpia mi casa, pero la gente no hace caso y no asea. Hay un montón de solares que no los chapean”.
María Hernández (28) reconoce que la erradicación del zancudo Aedes aegypti es un trabajo de los pobladores en conjunto con las autoridades y por eso critica la falta de interés de las cuadrillas de salud en visitar la colonia Llanos de Sula del sector Rivera Hernández, donde reside hace varios años.
“Atrás de mi casa hay un quinel de aguas negras. Varios vecinos se han enfermado de dengue y no han llegado ha abatizar. Creo que les da miedo entrar a la colonia”, lamentó Hernández. En uno de los extremos del pasillo de emergencias de medicina interna se encuentra Reina Oliva (44), quien, aturdida por la enfermedad, menciona que a la colonia Morales, Chamelecón, tampoco han llegado las cuadrillas, pese a ser una zona de alto riesgo por la proliferación de zancudos generados por las aguas negras que corren por las calles y de los incontables terrenos enmontados.
Meses críticos
Delia Tercero, directora regional sanitaria de Cortés, dio a conocer que en los próximos meses las cifras de enfermos por dengue podrían incrementarse de forma alarmante.
“Estamos entrando en la etapa crítica porque lo más difícil será en julio, agosto, septiembre y parte de octubre”.
Además explicó que la fumigación debe cumplir los ciclos adecuados para evitar que el zancudo adquiera resistencia esta vez ante el uso del insecticida. “Se deben comprometer a hacer los tres ciclos porque, de lo contrario, vamos provocando resistencia en el zancudo y luego ni el insecticida nos va a poder ayudar”.
Julio Rodríguez, director de la Región Metropolitana de Salud, indicó que esperan ubicar unas 20 bolsas de abate que aún conservan para luego iniciar los operativos por todos los barrios y colonias de San Pedro Sula utilizando el BTI (Bacillus thuringiensis israeliensis).
El BTI es el nuevo producto biológico que reemplazará al abate por disposición de la junta interventora de la Secretaría de Salud, entre otras organizaciones, debido a la resistencia al abate que ha adquirido el zancudo transmisor.
