San Pedro Sula, Honduras
Se ha dedicado a vender chicles y bombones en la calle porque no ha encontrado otra forma de obtener ingresos.
Desde que Ventura Castellanos quedó sentado en una silla de ruedas nadie volvió a emplearlo. Con nostalgia recuerda que a sus 17 años lo asaltaron y un disparo en la espalda acabó con sus sueños de adolescente.
“Trabajaba en mecánica, era lo que me gustaba y quería seguir, también tenía mi pareja”.
Esa bala que le dañó la columna es la causa de que ahora, a sus 48 años, su única opción sea la venta de chicles y dulces en su silla de rueda.
“Estuve interno nueve meses en el hospital y cuando salí de alta quería seguir trabajando, pero no me dieron trabajo por andar en silla de rueda”.
Castellanos laboraba en un taller en El Mochito, Santa Bárbara, pero después de su tragedia perdió el trabajo y también a su compañera de hogar, quien decidió abandonarlo.
Pese a todos los obstáculos se esfuerza por salir adelante. “Estoy luchando porque tengo cinco hijas que mantener” (así llama a sus nietas).
Esta semana se celebró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y los afectados demandan más políticas que les ayuden a salir adelante.
Las marcas de su esfuerzo
No ha vuelto a tener un salario fijo, pero cada día lleva dinero a su casa y ayuda a sus nietas.
Lo complicado de su trabajo es que debe movilizarse desde su casa ubicada en Cofradía hasta el primer anillo Circunvalación en la intersección de la avenida Nueva Orleáns.
“Sufrimos en el transporte. A veces espero una hora para que alguien me recoja, pago taxi a diario porque los buses no quieren llevar”, lamentó.
Gasta 140 lempiras de pasaje al día, por las mañanas paga 40 lempiras en colectivo, pero recorre 17 cuadras y por las tardes regresa en un taxi directo y le cobran 100 lempiras.
Si los buses lo movilizaran le quedaría más dinero libre, pero como la realidad es otra, debe trabajar de sol a sol para recoger el pasaje y que le queden 150 lempiras libres. Llega a las 7:30 am y se va las 5:30 pm.
Su piel oscura confirma que este hombre pasa 10 horas bajo los rayos solares. Su sacrificio va más allá de una piel quemada, sus manos encallecidas por la silla de rueda le recuerdan que debe cambiar las llantas, pero no ha recogido lo que necesita.
Día de retos
Con motivo de la celebración, la Secretaría de Educación realizó el lanzamiento oficial del Himno Nacional de Honduras en lenguaje de señas.
Pero este apenas es una eslabón de la cadena de peticiones de las personas con retos especiales que carecen de acceso al transporte y oportunidad de empleos dignos.
Otra de sus peticiones es que se habiliten los accesos en las calles para que ellos puedan circular libres de obstáculos.