Mientras los propietarios de bares y discotecas piden que los dejen trabajar, las autoridades municipales señalan que hay mucho incumplimiento en estos negocios que han causado incluso el desplazamiento de pobladores que han tenido que vender o rentar sus casas.
Cada fin de semana, la Policía Municipal sanciona un promedio de 25 bares, discotecas y restaurantes que incumplen el Plan de Arbitrios, ya sea por no tener el debido permiso, porque encuentran clientes fumando en el espacio no permitido, por no respetar el horario, entre otras faltas.
En San Pedro Sula operan más de 200 restaurantes y bares, la mayoría en zonas que antes eran consideradas residenciales pero que ahora son catalogadas de usos mixtos, es decir, residenciales y comerciales.
Para el caso, las colonias Trejo, Jardines del Valle, barrio Río de Piedras y el que actualmente está creciendo, el sector Stibys, en el noroeste de la ciudad.
Jaime Flores Mejía, gerente de Prevención, Seguridad y Movilidad Urbana de la Municipalidad, declaró a Diario LA PRENSA que debido a la contracción económica causada por la pandemia y por las tormentas Eta y Iota comprenden que es necesario crear el ambiente para que los emprendedores trabajen y logren ingresos; pero señaló que debe respetarse la paz y convivencia de los ciudadanos.
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Autoridades aseguran que ante todo tratan de crear conciencia. A la tercera vez, el negocio puede ser suspendido por siete días, por 15 días y hasta el cierre definitivo, pero hasta ahora ningún negocio ha sido sancionado drásticamente.
“Tenemos muchas quejas del abuso que están cometiendo algunas personas que se dedican a este tipo de negocios, provocando alteración en el orden público por medio de instrumentos sonoros, tenemos problemas de negocios que abren al público sin tener la cantidad de estacionamientos necesarios”.
Flores Mejía dijo que reconoce que este sector de la economía crea muchos empleos a su alrededor, como vigilantes, bartenderes, cocineros, meseros, músicos y hasta los taxistas se ve beneficiados.
“Pero al mismo tiempo tenemos vecinos que se quejan de que no pueden ni acceder a sus viviendas, lo que provoca problemas”, apuntó.
El funcionario destacó que muchos habitantes de residenciales como Jardines del Valle se han desplazado a otras zonas por los negocios nocturnos y señaló que el valor de las casas han bajado entre un 35 y 40%.
El crecimiento de los negocios nocturnos ha aumentado aceleradamente en los últimos dos años en San Pedro Sula y sus dueños piden que los dejen trabajar tranquilamente y con horarios extendidos.
Carlos Suazo, vocero del comité de restaurantes, bares, discotecas y músicos sampedranos, manifestó que durante la pandemia fueron muy afectados y están buscando recuperarse, es por eso que ellos están solicitando la ampliación de horario por dos horas más, es decir, hasta las 4:00 am, y que ya no apliquen la ley seca los domingos después de las 5:00 pm.
Suazo compartió que hay negocios clandestinos que surgieron en la pandemia y que han crecido porque no tienen que cumplir con todas las responsabilidades que los bares y discotecas formales.
Explicó que los negocios clandestinos están teniendo éxito, porque trabajan en horarios extendidos y sin ningún tipo de prohibición.
