San Pedro Sula, Honduras.
El irrespeto a las señales de tránsito, a las paradas de buses, que si bien no están señalizadas, se sabe cuales son, y la poca vigilancia de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte hacen que decenas de choferes de rapiditos, buses amarillos y taxis provoquen un caos vial a diario en las principales calles y bulevares de San Pedro Sula.
Ante esta situación, la población demanda a las autoridades frenar el abuso de muchos conductores.
Avenida Junior: En su afán por subir pasajeros, las unidades se estacionan en cualquier parte sin importarles el tráfico.
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LA PRENSA realizó un recorrido por el casco urbano de la ciudad y constató que uno de los sectores donde más se observa tráfico pesado es en la segunda avenida, desde la primera hasta la 7 calle del barrio Concepción.
En este sector la cantidad de puestos de venta callejera que ocupan espacios en la vía y el abuso de los choferes al subir y bajar pasajeros provoca que la mayor parte del día el tráfico sea insoportable. Unas cuadras más abajo, en la 3 avenida, 2 y 3 calles el caos es igual, especialmente en horas pico. Mientras que en las principales salidas de la ciudad es normal observar unidades de transporte que se detienen en lugares donde no existe una bahía establecida.
Concepción: Los elementos de Tránsito tienen que estar constantemente controlando el tráfico para evitar congestionamientos.
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Otras de las faltas más frecuentes son el abuso que cometen los choferes en su afán por pelear pasajeros, al extremo que transitan temerariamente por las orillas de las calles y las aceras poniendo riesgo la vida de los peatones.
En el recorrido se identificaron varios puntos sensibles de tráfico fuerte en vías importantes, los cuales, en su mayoría son provocados por las unidades de transporte. Uno de esos está en el bulevar Micheletti en donde las largas filas son provocadas por conductores que se detienen en la entrada a las universidades y centros comerciales.