Los maestros siguen mostrándose rebeldes
ante las decisiones que toma Marlon Escoto, ministro de Educación.
Ayer la dirigencia del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh) pidió a sus afiliados no trabajar en los denominados “sábados cívicos”, que impulsa la Secretaría de Educación.
Ese programa obliga a todos los docentes a asistir al menos 12 sábados del año a impartir clases y participar en programas que fomenten la cultura general o que resalten la personalidad de ciertas figuras hondureñas.
Óscar Recarte, presidente del Copemh, dijo que “los profesores de educación media se les paga por hora clase”, entonces si el ministro Marlon Escoto quiere hacerlos ir los sábados debe pagarles esas horas.
Llaman a paros
Esta semana podría ser conflictiva en el sector educativo. Los líderes magisteriales han convocado a varias acciones de protesta.
Para el martes, a las 8:00 am, se llamó a todos los profesores a presentarse a la plaza Colprosumah en Tegucigalpa.
El miércoles a las 3:00 pm se realizará una protesta en los bajos del Congreso Nacional. A estas dos actividades están invitados los docentes del departamento de Francisco Morazán. El martes también habrá un plantón en la Dirección Departamental de Cortés a las 8:00 am.
Para el miércoles, a las 3:00 pm, se ha planificado una marcha desde Megaplaza hacia un lugar indeterminado.
Las demandas son, en esencia, el respeto al Estatuto del Docente, derogación de la Ley del Inprema y de la Ley Fundamental de Educación.
Asimismo, que se restituyan las licencias a los dirigentes y que les cancelen la deuda histórica de 160 millones de lempiras.
Déficit logístico
La infraestructura escolar prácticamente está en crisis. Las autoridades estiman que cerca del 70% de los centros educativos tiene problemas de infraestructura.
Ese porcentaje se eleva a 90% si el cálculo lo hace la dirigencia magisterial.
Ariel López, asesor de Construcciones Escolares e Infraestructura de la Secretaría de Educación, detalló que la situación en los 23 mil centros educativos del país es de cierta forma crítica.
Cerca del 70% de esos centros tienen diversos problemas de infraestructura: techos, puertas, pupitres, falta de textos y servicios sanitarios en mal estado.
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