16/12/2025
06:40 PM

Joven pintor sueña con cambiar la vida de muchos niños a través del arte

Su proyecto más grande es crear una fundación que apadrine a niños de escasos recursos que viven en zonas vulnerables para que logren desarrollar su potencial artístico.

San Pedro Sula

Kevin Mauricio Guevara Valle es un talentoso artista hondureño que desde niño ha destacado por sus pinturas y retratos, participando en importantes exposiciones a nivel nacional.Ahora busca transmitir su talento y conocimiento a muchos niños de escasos recursos.

El copaneco, de 34 años, se mudó a la Capital Industrial junto con sus padres y hermanos cuando apenas tenía seis años.Con su mirada llena de alegría, recordó que la pintura siempre ha sido parte de su vida y contó que cuando era niño le emocionaba participar en los concursos de dibujo que realizaba Diario LA PRENSA.

" Es importante que los niños puedan desarrollar su creatividad y descansar de la tecnología. "

El primero de los muchos reconocimientos lo logró en el Primer Festival de los Artistas del Futuro, donde ocupó un lugar en el calendario de 1999, con un dibujo acerca del derecho de los niños a la educación.

“Cuando veo el logo de Grupo Opsa recuerdo con cariño mi infancia, fue justamente con los concursos de dibujo que promovía que comenzó mi pasión por el arte y el sueño de convertirme en artista al crecer”, relató con una tenue sonrisa.

Camino

Cuando estaba en sexto grado, Guevara fue becado por el Centro Cultural Infantil para estudiar pintura, pero tuvo que hacer una pausa cuando entró a secundaria, pues se vio en la necesidad de estudiar una carrera técnica para poder obtener un empleo y generar ingresos.

El joven narró que luego de graduarse sirvió como misionero en su iglesia durante dos años y al regresar consiguió trabajo como operario en una maquila.

Durante ese tiempo alejado de los óleos y los pinceles, se sintió frustrado en varias ocasiones por no estar haciendo lo que verdaderamente le apasionaba.

Pero su anhelo de convertirse en un artista reconocido siempre estuvo latente, el cual se afianzó más cuando conoció al pintor Julio Visquerra y decidió renunciar a su empleo para seguir su sueño.

En 2013 abrió un estudio para impartir clases de pintura “con el propósito de crear un espacio en el que los niños se liberen de la tecnología y desarrollen su creatividad”.

Pasos

Cinco años más tarde, fusionó su pasión por la pintura con las artes culinarias e inauguró “Gallery Rostit and Guevara Art Studio”, un lugar que funciona como restaurante de lunes a viernes y como estudio de arte los fines de semana.

Durante las tormentas tropicales Eta y Iota, el joven cerró su local al público para servir a la población del valle de Sula, llevando comida a los afectados.Mauricio contó que en ese proceso conoció a cinco niños cuyas familias perdieron todo por las inundaciones.

“Al hablar con ellos me di cuenta de que tenían vocación artística, por lo que invité a unos amigos a apadrinarlos con el traslado y materiales para que estudiaran pintura en mi galería”, dijo.

Gracias a esa experiencia surgió el que ahora es su más grande sueño: crear una fundación que apadrine a niños de escasos recursos para que puedan desarrollar su potencial artístico.

“Creo fielmente en que el arte tiene el poder de transformar vidas. He impartido clases a personas que padecían depresión o les daba ansiedad interactuar con otras personas y es gratificante ver cómo ahora conviven con los demás. El arte ha transformado mi vida y quiero que otras personas puedan tener esa oportunidad”, puntualizó.

Hace unos años abrió un restaurante galería donde combina su pasión por la cocina y pintura.