A tres días para celebrar la Nochebuena, la venta y quema de pólvora sigue imparable en el valle de Sula.
Mercados, ferias artesanales, intersecciones de semáforos, pulperías y ventas ambulantes comercializan con normalidad cohetes de todos los tamaños, pese a que en ciudades como San Pedro Sula exista una regulación que prohíbe la venta y distribución de pólvora en la ciudad.
LA PRENSA ha evidenciado en sus tres últimas publicaciones de esta semana la facilidad con la que vendedores ofrecen morteros como los “tumbacasas”, los cuales pueden llegar a pesar hasta 60 libras, y lejos de ser un producto de recreación se vuelve un arma mortal.
Especialistas en cirugía reconstructiva han alzado su voz de alerta para que los padres no compren pólvora a sus hijos para celebrar la Navidad porque esta se podría convertir en una noche de dolor.
Municipios cercanos a San Pedro Sula autorizaron la venta de cohetes, sin embargo, no controlaron las dimensiones de estos explosivos que en muchos casos parecen artefactos de guerra, como los “tumbacasas”.
Las autoridades tratan de controlar la venta de pólvora, aunque reconocen que la población siempre busca maneras de ofrecer los productos, al tiempo que encuentran personas inconscientes que compran estos artefactos a sus hijos.
Pedro Martínez, director de la Policía Municipal de esta ciudad, dijo que desde el 1 de diciembre han realizado operativos en conjunto con la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos, los cuales han dejado decomisos de pólvora valorados en L15,000.
- El Plan de Arbitrios ya prohíbe el otorgamiento de permisos para la operación de negocios dedicados a la producción, distribución y venta al por mayor y menor de mercancías elaboradas a base de pólvora, su almacenamiento y quema.
- L20,000 es la multa por violar la ordenanza. Debe pagarse en el Departamento de Resolución Alternativa de Conflictos en Justicia Municipal.
Explicó que las acciones se han concentrado en la salida de occidente, pues es en esta zona del país donde están las fábricas de cohetes y desde donde salen a muchas otras partes del país.
Indicó que también en Cofradía y Villanueva se han ejecutado varias inspecciones con las que han decomisado productos que intentaban pasar por la ciudad sin guías ni facturas.
Riesgos
Warner Espinoza, jefe de operaciones de Bomberos, manifestó que la labor que ellos realizan es de concientizar a los comerciantes y clientes sobre los peligros de la manipulación de la pólvora.
Lesiones auditivas, más específicamente ruptura timpánica por la detonación; quemaduras de primer, segundo y tercer grado; heridas abiertas y pérdida de partes del cuerpo; daños oculares e, incluso, la muerte, son parte de las consecuencias del uso de pirotécnica.
Xiomara Palacios, jefa de la emergencia de ortopedia del hospital Mario Catarino Rivas, detalló que dos menores han ingresado al lugar en lo que va del mes.
El primero de 13 años sufrió quemaduras en el rostro, procedía de Choloma, mientras que el segundo perdió tres dedos de la mano y es originario de Yoro.