La onceava entrega del Premio Quetglas, en su edición 2024, está a la vuelta de la esquina, pero antes de que llegue el gran día debe conocer de qué trata cada uno de los proyectos finalistas, los cuales impactan de forma positiva en muchas personas que enfrentan situaciones adversas.
Tres ejemplares hondureños se disputarán en esta ocasión el preciado galardón, quienes a consideración del jurado calificador han desempeñado una labor noble, actuando como verdaderos “obreros del Señor que transforman vidas”.
Johana Zaldívar, gerente general de Fundación de Obras Sociales Vicentinas (Osovi), explicó que el premio a la caridad hecha persona se entregará el próximo miércoles 20 de noviembre, en una ceremonia llena de sorpresas y muchas emociones.
“Agradecemos profundamente a los demás nominados y a las personas que nominaron, motivándolos a seguir haciendo el bien y a hacerlo bien, siguiendo el ejemplo de nuestro señor Jesús, San Vicente de Paúl y nuestro recordado padre Antonio Quetglas”, dijo Zaldívar.
Perfiles
Kelvin Enamorado es el fundador de Warrios Zula Nation Honduras, organización que desde 2011 trabaja por impulsar el arte y la cultura en zonas de riesgo como Chamelecón y la Rivera Hernández, con el propósito de salvar a niños y jóvenes de la violencia y pandillas.
“A la fecha hemos llegado a más de 14,000 personas y esperamos incidir en muchas más”, detalló Enamorado.
Melvin Cruz es, junto a su equipo, los creadores de Guala, una fundación dedicada a la fabricación de prótesis de manos en 3D, un proyecto que nació en 2016 y que ha logrado mejorar la calidad de vida de personas que han perdido sus extremidades superiores.
Rubén Vásquez, por su parte, ha trabajado incansablemente desde hace muchos años con la escuela y fundación Luis Braille, la cual fomenta la inclusión y recorta la brecha de discriminación educativa para las personas no videntes.