La empresaria sampedrana Maritza Soto de Lara recibirá el reconocimiento como Embajadora de la Libre Empresa, que otorgará mañana el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) en la conmemoración del 58 aniversario de esa gremial.
Soto será galardonada junto con otros emprendedores que con su valioso aporte son el principal motor del progreso, generación de empleo sostenible y contribuyen al desarrollo económico del país.
La fundadora y presidenta del Grupo Macdel conversó con LA PRENSA sobre el significado de este reconocimiento, su trayectoria, dificultades y claves para el éxito de su empresa.
¿Qué significa para usted este reconocimiento?
Un compromiso muy grande, ya que es un reconocimiento a mi trayectoria desde que vengo de la mipyme, por lo que es significativo que el Cohep tome en cuenta mi historia y, al hacerlo, envía un mensaje fuerte para que vean que todos podemos cumplir nuestros sueños en el país.
Cuéntenos su historia
Bueno... ha sido un largo camino. Comencé hace más de 40 años y en un ambiente donde no tenía la educación necesaria para formar un negocio. Necesitaba ganar dinero porque mi salario como secretaria comercial no me alcanzaba para pagar mis gastos.
Tenía compromisos con mis hijos y mis padres y así decidí emprender. Laboré en una compañía de productos americanos de limpieza que tenía una representación en Honduras, los precios eran en dólares y no todos tenían oportunidad de adquirirlos, entonces decidí comenzar mi negocio ofreciendo productos de limpieza para inodoros, pisos y muebles. En ese tiempo, la gente no usaba en Honduras ese tipo de productos y fue para mí un gran reto trabajar también en la educación de las personas en esta área.
¿Cuáles fueron las más grandes dificultades?
No tener la formación en negocios. En esos tiempos no había tantas oportunidades de aprender como hoy. No teníamos las plataformas que existen hoy y la democratización de conocimientos que existen en la actualidad. Gracias a Dios hoy nuestros emprendedores tienen dónde buscar apoyo para comenzar con su negocio. Yo soy de las personas que hoy apoyo a estos emprendedores.
¿Cuál ha sido la clave de su éxito?
Ha sido la disciplina, la perseverancia, el enfoque, mucho valor para resistir los fracasos y saber levantarse. Yo perdí cinco negocios antes de tener éxito en Grupo Macdel y otras empresas asociadas y afiliadas que tenemos. Esos fracasos son también escuelas de aprendizaje si nuestra determinación por alcanzar el éxito es suficientemente poderosa. La disciplina es clave para emprender y triunfar.
Usted es una mujer ejemplo para muchas personas, ¿qué mensaje les da sobre todo a las mujeres?
Como mujer no la tuve fácil. Sufrí acoso y no me valoraban profesionalmente, pero salí adelante y me propuse que cuando tuviera una empresa valoraría a mis empleados y me centraría en ello. Siempre he trabajado al lado de mis empleados, mi gente, mis colaboradores porque yo conozco todos los procesos y les enseño desde lavar un sanitario hasta facturar. Quiero decirles que cuando uno emprende el miedo es normal y deben convertirlo en un impulso para perseguir sus sueños, y les aseguro, que con perseverancia y paciencia, todo se logra, es la clave para salir adelante.
¿Ha tenido eventos que han marcado su vida empresarial?
Como en todo siempre hay obstáculos. Fue difícil para nosotros cuando se incendiaron las instalaciones, perdimos mucho; pero el fuego no nos arrebató los sueños. Yo misma me dediqué a limpiar las instalaciones porque no se puede dejar vencer por estas situaciones, que aunque son dolorosas hay que levantarse y comenzar de nuevo.
¿Cuál es esa parte de responsabilidad empresarial de su compañía?
Apoyamos a las instituciones o las organizaciones que trabajan con los más necesitados, y es un reto casi personal. Desde que perdí a mi hijo decidí honrarlo ayudando a los demás. Es un trabajo que no hago sola, sino que me apoyo en muchas personas.
Agradezco al Cohep este reconocimiento porque represento a esos emprendedores y sobre todo mujeres que luchan por sus sueños y se levantan ante las adversidades.