"Por qué nos humillan", cuestionó un adulto mayor mientras esperaba frente a una de las sucursales de Banasupro en San Pedro Sula, donde este lunes decenas de personas llegaron para canjear su bono de alimentos y encontraron el local cerrado.
El hombre relató que viajó desde Choloma porque en ese municipio le informaron que ya no estaban pagando bonos. Aunque llegó temprano y con los cupones en mano, nuevamente se topó con la imposibilidad de cambiarlos.
Explicó que él solo buscaba ayudar a una joven migrante deportada de Estados Unidos, originaria del occidente del país, quien fue recibida por su familia en la colonia López Arellano. Los vales, dijo, se los otorgaron a ella en el centro de atención al migrante retornado, pero desde entonces nadie ha podido canjearlos.
Compartió que esta es la segunda ocasión en que intenta gestionar el beneficio sin obtener respuesta. “Lo que yo necesito es que venga un representante y diga: señores, lamentablemente esto ya se acabó, no estamos ya para darle a nadie”, dijo.
Lamentó que las autoridades no den explicaciones y que las personas más vulnerables sean quienes paguen las consecuencias. “Este es bono para migrantes, no es un bono navideño, ¿Por qué los humillan así? ¿Por qué hacen con los pobres de esta forma?", cuestionó con un sentimiendo de indignación e impotencia.
Otra mujer que llegó a la sucursal ubicada en el barrio Concepción, también reportó haber recibido bonos, no por condición de migrante, sino por ser dirigente del Partido Libertad y Refundación (Libre).
La sampedrana afirmó que desde finales de noviembre intenta hacer el cambio sin éxito. Señaló que ella y otros coordinadores han apoyado al partido desde sus inicios.
“Venimos desde la semana pasada y no nos dieron absolutamente nada”, dijo, a la vez que indicó que el gerente regional de Banasupro, Mauricio García, les prometió que este lunes los bonos serían atendidos, pero que la promesa no se cumplió.
Señaló que así como ella, hay muchas personas en la misma situación tanto en San Pedro Sula como en municipios cercanos. Todas esperan respuestas sobre un beneficio que, aseguran, se les entregó oficialmente pero que ahora no pueden utilizar.
Una fuente consultada por LA PRENSA, informó que el cierre de sucursales se debe a la falta de productos. Reveló que la institución enfrenta un desabastecimiento y arrastra deudas con proveedores, lo que ha limitado la capacidad para canjear los bonos.
“Casi no tienen productos, por eso algunos puntos de venta están cerrados, están preocupados porque no saben cómo van cubrir ese montón de bonos, la institución les debe a varios proveedores”, dijo la fuente que pidió permanecer en anonimato.