La migración infantil parece ser otro problema difícil de controlar por el Gobierno. Entre la búsqueda de la reunificación familiar y el sueño de un mejor futuro, miles de niños cruzan diariamente la frontera hondureña rumbo a los Estados Unidos.
Entre el 1 de enero y el 31 de julio de este año, 6,825 niños y adolescentes de 0 a 20 años han sido retornados a Honduras desde diferentes países; entre ellos, Estados Unidos, México, Guatemala, España, entre otros, según estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM).
La cifra de menores deportados representa la tercera parte del total de hondureños retornados (31.2%) en lo que va de 2024.
De los menores retornados, 2,899 son niñas y adolescentes, mientras que 3,926 son niños y jóvenes; además, hay 3,316 menores que se encuentran entre las edades de los 0 a 10 años, el resto está entre los 11 y 20 años de edad.
Lizeth Coello, titular de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), dijo que cada menor y sus familias son atendido una vez llegan al país. Son recibidos en el centro Belén, donde además les facilitan ayuda humanitaria, acompañamiento psicológico y médico, asesoramiento para identificarlos, ya que muchos no cuentan con documento de identificación.