24/04/2024
07:19 AM

Ana Lisseth Cruz, ganadora del Premio Quetglas 2022

Este jueves se entregó el premio en San Pedro Sula. Tres mujeres, ejemplos en sus campos, fueron las finalistas.

San Pedro Sula, Honduras.

El galardón principal de la noche se lo llevó Ana Lisseth Cruz. El Premio Quetglas 2022, entregado por la Fundación Obras Sociales Vicentinas (Osovi), recayó en la directora de la Asociación Calidad de Vida, por su labor, actividad y servicio en favor de las personas menos favorecidas.

Las tres hondureñas, ejemplares en sus campos y sus actividades, habían sido nominadas en las últimas semanas y esta noche, en el evento que dio comienzo a las 5:00 p.m. en el Club Hondureño Árabe, cientos de asistentes se hicieron presentes para disfrutar de una jornada que enaltece los valores del ser humano.

“Recibo este premio con mucha humildad y en nombre de todas las mujeres hondureñas que no tienen voz. Agradezco también a mi familia por apoyarme siempre. Seguiremos luchando para que las mujeres que ayudamos vivan con dignidad y no vivan más en situación de violencia”, comenzó diciendo en su discurso Cruz.

“Ya no queremos seguir contando muertes de mujeres, tampoco que exista trata de personas en Honduras. Seguiré trabajando y dando mi vida por las mujeres de mi país”, añadió la galardonada, quien, además, recibió 4,000 dólares como premio para su organización.

Ellas son las finalistas del Premio Quetglas 2022

Tres eran las candidatas a la presea. Una de ellas fue Dunia Osorio (tercer lugar) quien por medio de su organización Brighter Lives (Vidas más Brillantes), una organización sin fines de lucro creada en 2013, cuyo fin es enriquecer las vidas de los niños en Choluteca a través de la educación, el bienestar general y el juego.

La organización del evento el día del lanzamiento oficial, en septiembre.

Su objetivo principal es cambiar vidas mediante la participación de la comunidad local y las empresas a través de la sensibilización, recaudación de fondos y donaciones.

MÁS SOBRE EL PREMIO

El Premio Quetglas fue una iniciativa impulsada por el padre Antonio Quetglas (QEPD), quien en vida se caracterizó por su don de servicio y solidaridad, lo que lo llevó a crear la Fundación de Obras Sociales Vicentinas (Osovi), desde la cual ayudan a niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, enfermos, entre otros grupos en riesgo. Desde 1995 a la fecha, la fundación ha incidido de manera positiva en al menos 200,000 hondureños vulnerables, procedentes de San Pedro Sula y Tegucigalpa. Es por esta razón que el premio reconoce desde el 2013, a personas con una trayectoria filántropa, y que de manera anónima son agentes de cambio.

“Nos enfocamos en hacer el máximo esfuerzo positivo para nuestra comunidad. Nuestros voluntarios proporcionan el impulso que nos ayuda a hacer el cambio”, asegura Osorio. Además, afirma que el éxito de la fundación es debido a la fotografía, ya que gracias a las emotivas gráficas que ella ha tomado ha logrado transmitir un mensaje más asertivo con diferentes comunidades, lo cual atrae importantes ayudas.

La segunda finalista, Chasty Fernández, dirige la organización Proyectos Héroes 504, que se dedica a brindar educación gratuita a niños y jóvenes en situación de riesgo a través de una plataforma educativa. Este programa está conformado por voluntarios que realizan su trabajo en diferentes países americanos.

La plataforma fue creada por ella, así combina su pasión de ayudar y enseñar con el uso de la tecnología. Su institución es única, ya que incluye áreas del conocimiento que no se encuentran en otros programas.

La tercera finalista era Ana Cruz, quien revela que su pasión por servir no conoce límites. Por medio de su organización Calidad de Vida, trabaja para que las mujeres y niñas vivan una vida sin violencia.

Asimismo, se encarga de impulsar diferentes mecanismos de coordinación con gobiernos locales e instituciones públicas con la finalidad de fortalecer el sistema de acceso a la justicia para mujeres en situación de riesgo mediante una detección y referencia oportuna, priorizando el seguimiento legal y refugio que les garantice la vida como bien primordial.

Las tres finalistas.

Sin duda, este reconocimiento será honorable para cualquiera de las tres, sus virtudes se definen por lo que hacen, más que por lo que puedan recibir.