22/04/2024
06:23 AM

'Food trucks” vs. vecinos, una polémica por el ruido

LA PRENSA constató, con equipo, que los establecimientos no sobrepasan los decibeles permitidos por la ley, pero para los vecinos el ruido resulta invivible.

Redacción.

Alrededor de 258 personas trabajan en las cinco zonas de food trucks instaladas en San Pedro Sula, parques que agrupan diferentes ventas de comida que a pesar de ser regulados y estar apegados al Plan de Arbitrios municipal han provocado malestar entre sus vecinos.

La queja es por el ruido que está fuera de lo soportable al grado de incomodar el descanso de quienes viven cerca. Pero los administradores aseguran que están dentro de los niveles de sonido permitidos.

En el artículo 197 del Plan de Arbitrios municipal, que se refiere a la contaminación sónica, en el inciso A se establece que todos los negocios o establecimientos comerciales de entretenimiento nocturno: bares, discotecas, restaurantes, cantinas, canchas deportivas, clubes nocturnos, etcétera, que en sus operaciones sean susceptibles de producir contaminación sónica deberán respetar los niveles de sonido permisibles de 85 decibeles adentro del establecimiento y 50 decibeles afuera del mismo. Asimismo, deberán tener acondicionadas sus instalaciones con revestimientos acústicos que aíslen el sonido para no perturbar la tranquilidad de los vecinos.

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En su inciso B, que se refiere a los establecimientos diurnos, el ruido en establecimientos comercial/industrial no deberá superar los 70 decibeles para ser considerado moderado en niveles aceptables.

IMPORTANTE
Los food trucks deben tramitar un permiso temporal para cada ocasión cuando se va a presentar un artista o banda.

Si el ruido en el sector comercial/industrial diurno sobrepasa los 70 decibeles y en el residencial 60 decibeles, se considera alto con molestia moderada a grave en humanos y se multará al negocio o establecimiento con L500 y decomiso de equipos según la gravedad del caso.

Si el ruido es superior a los 85 decibeles en el sector comercial/ industrial, se multará con L1,000, decomiso del equipo y cese de actividades. Si el ruido es ensordecedor entre 95 y 140 decibeles, conlleva riego de pérdida de audición, por lo que se decomisará el equipo y la multa ascenderá a L3,000.

Un equipo de LA PRENSA se desplazó a verificar la operación y entorno del Estadio Food Truck, La Placita Food Park, El Parquecito, The Food Park 504 y Food Truck City durante dos días en actividad nocturna y se abordó a los vecinos de las cuadras circundantes y encargados de los negocios.

Pedro Rodríguez, vecino de El Parquecito en barrio Río de Piedras, dijo que en el arranque de operaciones de este establecimiento tuvieron problemas por el ruido excesivo, pero que en la actualidad ha mermado a niveles soportables.

Muchos de los vecinos de esa zona optaron por cambiar las ventanas para aislar el entorno de la casa y percibir el ruido externo en menor cantidad. Hay quienes compraron tapones para los oídos y los usan al dormir. “Los fines de semana bajan el volumen cerca de la medianoche, muchos se han acostumbrado a este ruido, aunque quienes rentan han perdido porque la gente se les va”, agregó.

Edgardo Dumas, propietario de El Parquecito, aseguró que en ese establecimiento se respetan las normas municipales, el volumen autorizado de música y la ley seca aplicada los domingos a partir de las 5:00 pm.

Para saber

1.
Según los propietarios de El Estadio Food Truck, se hizo un estudio entre tres lugares para determinar cuál era el más adecuado para construir el espacio de comidas, se levantó junto al estadio porque es una zona comercial y hay menos viviendas.

2.
La mayoría de food trucks operan los fines de semana hasta la medianoche. Las multas por ruido que supera los decibeles permitidos oscilan entre los L500 y L3,000. El sector comercial nocturno debe tener un máximo de 50 decibeles en el exterior, según el Plan de Arbitrios municipal

LA PRENSA constató in situ con un medidor de decibeles que estos no sobrepasaban los 70 dentro del predio y los 50 en el exterior del terreno, por lo que están dentro de los parámetros establecidos en el plan de arbitrios. El decibel o decibelio es la unidad de medida de la intensidad sonora.

“Este es un lugar de convivencia familiar, 23 personas emprendedoras laboran en este predio y respetamos las leyes municipales”, agregó Dumas, quien informó que operan de martes a sábado entre las 4:00 pm y 11:00 pm a excepción del domingo que cierran a las 10:00 pm.

En Food Truck 504 se constató que en el exterior los decibeles eran de 48, sin pasar el límite permitido.

“Han controlado el ruido y tampoco he visto gente bebiendo alcohol en las aceras ni haciendo escándalo público”, dijo Rosa Licona, una vecina que atiende una pulpería en las cercanías del establecimiento de alimentos.

Wendy Bardales, arrendataria de Food Park 504, aseguró que el horario de funcionamiento es de 5:00 pm a 10:00 pm de lunes a jueves, de 5:00 pm a 12:00 am los viernes y sábados y el domingo hasta las 8:00 pm. Asimismo, que se regula el ingreso con detectores de metales y no han tenido incidentes.

Frank Pereira, encargado de El Estadio, informó que la empresa Pro 504 les hizo un estudio para colocar el sistema de audio, cuyo parámetro fue adecuado respetando el Plan de Arbitrios de San Pedro Sula, asimismo que cuentan con parqueo para 100 carros. El fin de semana operan hasta la medianoche.

En La Placita Food Truck, en la colonia Moderna, que tiene en operaciones menos de tres semanas, la Policía Municipal ha acudido a supervisar y dentro del predio Diario LA PRENSA constató mediante la aplicación móvil Sonómetro, que el ruido de la música era de 55 decibeles.

“Gente de la alcaldía viene constantemente a operativos”, dijo Josué Fernández, propietario del negocio Hawaiian Pizza.

Este parque de alimentos opera de 11:00 am a 10:00 pm de martes a jueves, y los viernes y sábados cierra a la medianoche. El domingo, las operaciones cierran a las 8:00 pm.

Silvia Mendoza, propietaria de Food Truck City, entre las colonias Universidad y Jardines del Valle, informó que ha tenido que ir a varias audiencias de conciliación a la oficina de Justicia Municipal tras denuncias de vecinos molestos por el ruido.

“Nosotros colocamos los parlantes en dirección hacia donde no hay casas y nos mantenemos debajo de los 50 decibeles”, aseguró.

“Cuando traemos una banda o artista tramitamos el respectivo permiso y lo hacemos una vez al mes. Tenemos parqueo privado para no molestar a los vecinos, somos emprendedores y generamos empleo”, puntualizó. Se buscó a José Alfredo Ponce, gerente de Prevención, Seguridad y Movilidad Urbana de la alcaldía sampedrana, para conocer sobre con qué regularidad hace operativos en estos espacios, pero no hubo respuesta.