Más de 40 niños de las comunidades de Las Crucitas 1 y 2, en la cordillera de El Merendón, llevan casi tres meses sin recibir clases tras el cierre de las escuelas Antonio Zavala y Luces de El Merendón, por la falta de maestros asignados.
A pesar de múltiples llamados, las autoridades educativas aún no han resuelto la situación, y los padres temen que sus hijos pierdan el año escolar. Según denunciaron los pobladores, el problema se originó después de las elecciones internas, cuando se realizaron cambios administrativos en las direcciones distritales de educación.
“Las personas que llegaron sacaron a los maestros de las escuelas, a pesar de que las plazas están disponibles. Es una decisión política que está perjudicando a nuestros hijos”, expresó una madre de familia de la aldea Las Crucitas.
Los estudiantes dejaron de recibir clases desde el 9 de abril. Desde entonces, padres y líderes comunitarios han acudido en repetidas ocasiones a la Dirección Distrital de Educación en San Pedro Sula, sin obtener soluciones concretas.
"Nos cancelaron una plaza porque el docente era del programa Proheco. Mientras tanto, los niños siguen sin recibir el pan del saber", denunció Bayron Javier Pérez, presidente del patronato de Las Crucitas 1.
Además del cierre de las escuelas, se suma la problemática del atraso en el pago de al menos 12 maestros interinos, quienes hasta la fecha no han recibido el salario correspondiente al mes de junio. Esto, según los pobladores, desincentiva aún más la permanencia del personal docente en las zonas rurales.
“Las aldeas están muy distantes unas de otras, y no podemos mandar a los niños a otras escuelas. Tendrían que caminar hasta dos horas, lo cual es un riesgo enorme, especialmente para los más pequeños”, lamentó Pérez.
Por su parte, la directora distrital de Educación número 20, Duvis Rivas, aseguró que ya se están tomando medidas para resolver la situación. “Esperamos que después de la semana de oxigenación se asignen los docentes a esos centros educativos para que los niños puedan retomar sus clases”, declaró.
La falta de centros educativos de nivel medio en El Merendón también limita el desarrollo académico de los jóvenes. Más del 70% de los estudiantes solo alcanzan hasta noveno grado, y solo una minoría con recursos económicos puede trasladarse a San Pedro Sula para continuar sus estudios.
Infraestructura en mal estado
A la falta de personal docente se suma el deterioro de la infraestructura escolar. La escuela Antonio Zavala presenta daños estructurales graves y, según los padres, está “a punto de caerse”. A pesar de múltiples solicitudes para su reparación, no han recibido respuesta por parte de las autoridades.
En total, en la cordillera de El Merendón, que abarca zonas de San Pedro Sula, Cofradía y parte de Omoa, existen más de 60 aldeas. De estas, 26 están ubicadas en zonas montañosas y cuentan con centros educativos, 19 de primaria y el resto de educación básica, que llega hasta noveno grado.
Marco Alvarenga, presidente del patronato de Las Crucitas Dos, manifestó que es un riesgo que los niños viajen a otra comunidad ya que son hasta cinco kilómetros de distancia.
“Con esfuerzo de los padres de familia se han hecho reparaciones en la escuela Luces de El Merendón, solo nos falta el maestro”, agregó el poblador.
Padres y líderes comunitarios temen que, ante la falta de acceso a la educación, muchos niños y jóvenes se vean obligados a abandonar sus estudios y seguir el camino de sus padres en labores agrícolas u oficios informales.
“Los sueños de superación se están truncando. Si no hay escuelas ni maestros, ¿qué futuro pueden tener nuestros hijos?”, cuestionó el poblador.