De 1,200 docentes que se sometieron al concurso de plazas, solo unos 600 aprobaron, según los datos preliminares de la comisión de evaluación de las pruebas.
La mayoría de docentes que llegaron al instituto José Trinidad Reyes, el pasado 28 de enero, no lograron superar la calificación de 75%, que era necesaria para aprobar el examen y continuar con la esperanza de obtener una plaza en el sistema educativo oficial.
Hoy se comenzarán a conocer oficialmente los resultados de los docentes, solo se publicarán las notas de los maestros que aprobaron el examen, informó la junta de selección de Cortés.
Según sus autoridades, el proceso de aplicación de exámenes se ha desarrollado de manera “transparente y ejemplar” desde el inicio del concurso; aunque varios docentes participantes han denunciado que a otros de sus compañeros les “calentaron el oído”, asegurándoles que muchos ya tenían la plaza asegurada antes de haber concursado.
Fallaron en razonar
Representantes del Departamento de Calidad Educativa de la Secretaría de Educación han mostrado preocupación por los resultados que, lejos de marginar a los docentes de una plaza, desnudan la pobre capacitación
“La mayoría de docentes que fallaron en los exámenes tuvieron una misma flaqueza, falta de análisis en las lecturas y otros detalles que implican razonamiento”, comentó un miembro de la terna evaluadora.
Marta Ramírez, docente concursante, aseguró sin ahondar en lo que la evaluaron que “los exámenes que venían de Tegucigalpa eran demasiado inalcanzables de contestar. El ministro cree que los docentes estamos en niveles de doctorados y ahora se da cuenta que por el tipo de evaluación que pone se quedará con pocos maestros para las plazas”.
A partir del lunes comienza la etapa de reclamos por parte de los concursantes, donde podrán reclamar a la junta de selección sobre las dudas que tengan en la forma que fueron revisados sus exámenes y así obtener mayor puntaje si logran comprobar errores en la revisión.
El ministro de Educación, Marlon Escoto, fue claro al hablar sobre la transparencia del proceso: “Nunca antes se habían hecho los lineamientos que estamos siguiendo en este momento para realizar el concurso. Hay veedores y todo está registrado. Si algún docente comprueba alguna irregularidad, lo debe denunciar de inmediato y de la forma que sea posible”..
Sara Doris Sambulá, miembro de la junta, sostiene que las amenazas de alterar el proceso han sido claramente detectadas y detenidas “de inmediato” y siguen monitoreando el proceso hasta el momento.
