17/04/2024
06:57 PM

Urge demoler ruinas del otrora Casino Sampedrano

Los sampedranos piden a Antropología e Historia que haga una inspección porque el
riesgo es grande

San Pedro Sula, Honduras.

El Casino Sampedrano fue el punto de encuentro de la sociedad hace varias décadas, pero hoy está convertido en una guarida de indigentes, un foco de contaminación y casi una “casa loca”, pues hasta muertos han encontrado.

Las bodas, las graduaciones de las escuelas más reconocidas, aniversarios de matrimonios, de 15 años de la alta sociedad, tenían que celebrarse en el Casino; pero el crecimiento de San Pedro Sula dio paso a nuevos y más grandes centros de festejos, pasando este al olvido.

22
millones de lempiras se han invertido en el Distrito Cultural en la Plaza de las Banderas, anfiteatro y Plaza Valle.

El estado actual del edificio entre 12 y 13 avenidas suroeste en el bulevar Morazán, uno de los más transitados de San Pedro Sula, es deplorable y se ha convertido en un verdadero peligro para las personas que caminan por la zona.

El Casino Sampedrano fue fundado en 1940 y cerrado 72 años después. Desde ese cierre en el año 2012, el sitio fue prácticamente saqueado porque la sociedad anónima que lo integraba lo dejó en el abandono. Esos rasgos arquitectónicos que corresponden a una mezcla del neoclásico y ecléctico quedaron prácticamente en la historia y en el recuerdo de quienes un día conocieron y disfrutaron de ese lugar. Aquel patio central sin techo, el piso de cemento, liso y pintado con decoraciones en rojo y verde, el piso de madera y los finos acabados en los tablones de caoba se convirtieron en ruinas. Las ventanas arqueadas del salón de baile adornado con columnas dóricas y los espejos grandes al estilo ballroom francés de la entrada desaparecieron y hoy solo se ven en las fotografías. Todos esos eventos sociales que se desarrollaron en el lugar y marcaron la historia de la ciudad hoy solo forman parte del recuerdo.

La realidad es otra.

LA PRENSA recorrió el lugar y confirmó que se ha convertido en un inodoro público, un refugio para personas que viven entre las ruinas y la piscina es un criadero de zancudos.

El muro fue derribado y el mal olor es insoportable. Heces por todos lados, basura, restos de animales muertos, agua estancada, pedazos de madera, basura, restos de ropa y ruinas de paredes manchadas se observan en los 5,263 metros cuadrados en donde estuvo esa instalación.

72
años permaneció abierto el Casino Sampedrano, pero fue cerrado, saqueado y las condiciones actuales son deplorables.

Terror.

Los propietarios de negocios aledaños al lugar claman por la demolición del lugar y que la sociedad anónima, propietaria del lugar, haga algo porque muchos empresarios están a punto de cerrar por la inseguridad.

Y no solo los dueños de los negocios están sufriendo con la situación, sino las personas, que son muchas, que pasan por el lugar a pie con dirección a sus centros de trabajo.

“Mire, a veces nosotros salimos tarde de los trabajos y nos da miedo pasar por ahí porque hay tanto delincuente que se refugia ahí y que salen a pedir dinero y a veces uno solo anda para el pasaje y si no les da lo amenazan”, dijo a LA PRENSA Mariana Méndez, una mesera de un restaurante cercano.

Los testimonios de transeúntes evidencian que la situación es incontrolable. “Ahí se esconden personas para asaltar a los que pasan por la acera, y realmente como es un predio grande si meten a una persona en ese lugar no sale con vida o la pueden violar si es mujer”, dijo Andrea Molina, quien confiesa que cada vez que pasa por ese sitio le da pánico.

Dentro del lugar permanecen muchos indigentes, alcohólicos y drogadictos que se han establecido en el sitio. Cocinan, lavan su ropa y hacen sus necesidades adentro. Curiosamente, algunos indigentes hasta portan celulares.

El Casino Sampedrano fue saqueado, destruido y se encuentra en ruinas. Su demolición es urgente porque es una guarida de indigentes y personas que asaltan a plena luz del día. Algunas paredes quedan en pie. Los peatones temen caminar por el lugar.

Inversión.

El otrora Casino Sampedrano está frente a la Plaza Las Banderas y cercano al estadio General Francisco Morazán.

La Municipalidad ha ejecutado una importante inversión para que la ciudad tenga un Distrito Cultural, pero para que el proyecto tenga resultados también es necesario limpiar ese predio y que la sociedad anónima haga alguna inversión o por lo menos lo demuela y cerque.

Los socios solicitaron un permiso a la Municipalidad para demoler el sitio, pero como el inmueble está considerado histórico, para autorizar modificaciones o demoliciones es necesario un certificado emitido por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) para evitar algún reparo o acusación por daño de bienes históricos. Aunque ya no queda prácticamente nada de ese inmueble y lo único que se podrá conservar es la fachada, ya se envió la solicitud a Antropología e Historia para proceder; pero ellos no han venido ni siquiera a hacer una inspección en el lugar, dijo una fuente de la Municipalidad.

Es urgente hacer algo en el sitio porque la vida de muchos sampedranos está en peligro, además provoca un impacto visual negativo con las nuevas inversiones públicas y privadas.