Cinco enfermedades virales se ensañan con los sampedranos

Son aquellas provocadas por un agente infeccioso que afecta al sistema digestivo, pueden ser generadas por bacterias, virus o parásitos, y según la OMS, son la segunda causa de muerte de los niños menores de cinco años.

Hasta la fecha se reportan 4,719 casos acumulados, comparados con 3,122 casos a la misma semana del año 2018, observándose un aumento de 1,597 casos para el año 2019.

¿Cómo se transmite?

Es causada por bacterias y parásitos que se encuentran en los alimentos contaminados, descompuestos o porque no nos lavamos las manos antes de comer.

¿Cómo detectar el problema?

Más de tres evacuaciones aguadas o líquidas en 24 horas o en número mayor al patrón habitual de los menores, puede o no presentarse vómito y hasta fiebre.

¿Cómo contrarrestarlas?

Beber agua potable, hervida o clorada, lavar con abundante agua las verduras y frutas, no consumir alimentos después de su fecha de vencimiento, limpiar los productos enlatados o que estén en frascos de vidrio, antes de abrirlos y consumirlos.

Evitar estornudar, tocarse la nariz, toser o escupir frente a los alimentos, si usted opta por comer en lugares públicos, se debe asegurar que los establecimientos cuenten con instalaciones limpias.

La medida de higiene más efectiva es el lavado de manos frecuente con agua y jabón al llegar de la calle, antes de preparar alimentos, antes de consumirlos, después de tocarlos crudos, tras ir al baño y de cambiar pañales.

Los bebés, niños, adultos mayores y los enfermos tienen mayor probabilidad de deshidratarse al padecer enfermedad diarreica. Los síntomas de deshidratación son: boca reseca, cansancio, ausencia de lágrimas, ausencia o disminución de la orina.

Infección viral que afecta principalmente a las glándulas salivales que se encuentran cerca de los oídos y pueden provocar inflamación.

Hasta ahora se reportan 830 casos, los brotes se han presentado especialmente en lugares concentrados como maquilas, batallones, escuelas y en población mayor de 15 años.

Síntomas:

Algunas personas infectadas no presentan signos ni síntomas o estos son muy leves, pero al suceder, aparecen unas dos o tres semanas después de la exposición al virus.

El principal signo de las paperas es la inflamación de las glándulas salivales que hace que las mejillas se inflamen. Otros signos y síntomas pueden incluir: dolor en las glándulas salivales inflamadas en uno o ambos lados de la cara, dolor al masticar o tragar, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, debilidad y fatiga y perdida de peso.

¿Qué hacer?

Avise al médico y dígale que sospecha que tiene paperas, de manera que pueda tomar medidas para evitar que el virus se disemine a otras personas. Mientras tanto, repose hasta que desaparezca la fiebre, tome analgésicos de venta libre, como paracetamol. También, use una compresa fría para aliviar el dolor en las glándulas, evite alimentos que requieran mucha masticación, beba mucho líquido y use mascarillas.

Las más comunes de tipo respiratorio son:

-Neumonía: es una infección del pulmón que puede ser causada por bacterias, virus y hongos.

Se reportan en lo que va del 2019, 283 casos, comparados con la misma semana del año 2018, que se notificaron 294 casos, lo que indica una reducción de 3.7%.

-Resfriado común: sufre de congestión nasal y mocos, tos, estornudos, malestar general y dolor de cabeza, a veces con fiebre.

- Faringitis: si el síntoma principal es el dolor de garganta, lo más probable es que la tenga, aunque distinguirla no es fácil.

- Rinosinusitis: es una infección de la mucosa que recubre la nariz y que origina mucha congestión, dolor en la cara, malestar general y fiebre.

Opciones de tratamiento:

El tratamiento se puede hacer con el uso de antibióticos, sin embargo, para recuperarse más rápido es importante mantener las vías aéreas despejadas y comer alimentos que sean de fácil digestión y que aumenten la inmunidad.

Es una enfermedad que se transmite a través de un mosquito. Este virus es muy común en las áreas cálidas y húmedas. Se propaga por mosquitos hembra, principalmente de la especie Aedes aegypti y en menor medida A. albopictus.

Salud reporta 278 casos, de los cuales 53 son de dengue no grave.

Sintomas:

Se inician después de un período de incubación que puede variar de cinco a ocho días tras la picadura y las personas suelen presentar: fiebre alta, náuseas y vómitos. Además, erupción en la piel, sangre en las encías y en la nariz. También, debilidad general, dolor muscular y articular, tos y dolor de garganta.

Prevención:

Es fundamental mantener el ordenamiento del medio ambiente para evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevos, eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales. Así como limpiar y vaciar cada semana los recipientes en los que se almacena agua para el uso doméstico.

Además, aplicar insecticidas adecuados a los depósitos en los que guarda agua a la intemperie. Por otro lado, se debe utilizar mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga larga y los materiales tratados con insecticidas y vaporizadores.

Es una infección causada por el virus varicela zóster. Aunque no suele revestir gravedad en los niños, es muy contagiosa y, en algunos grupos de personas, como adolescentes y adultos, puede llegar a tener consecuencias graves. El contagio puede suceder desde uno hasta tres días antes del brote del sarpullido y hasta que se hayan formado las costras, que suele ser entre cinco y siete días más tarde.

Salud reporta 197 casos acumulados, comparando a la misma semana del año 2018, 144 casos, presentándose un aumento del 17% en este 2019. La tendencia de acuerdo al canal endémico, se sitúa en zona de epidemia.

La transmisión puede tener lugar de diversas maneras:

-Contacto directo con las pequeñas ampollas que contienen el virus: el poder de contagio de este es menor que el de la varicela clásica, pero aún así debe extremarse el cuidado.

-Por medio de las secreciones respiratorias: cuando alguien sano inhala las minúsculas gotitas que llegan al aire, al respirar o hablar una persona con varicela.

-Transmisión de la madre al feto: cuando la mujer padece varicela durante el primer o segundo trimestre del embarazo, hay un riesgo de sufrir la llamada varicela congénita, que puede dar lugar a malformaciones y cicatrices en las extremidades del feto, ceguera y alteraciones del sistema nervioso central y que puede resultar mortal para el feto hasta en el 30% de los casos.

-Cuando la enfermedad materna se contrae en los días previos y/o inmediatamente posteriores al parto: también puede afectar al recién nacido, quien podría padecer varicela postnatal.