El encurtido de pataste y cebolla es una preparación tradicional hondureña que destaca por su sabor ácido, fresco y ligeramente picante. Este platillo se elabora a base de pataste (chayote), cebolla morada, zanahoria y, en algunas versiones, remolacha, lo que le da un característico color rojizo.
Los vegetales se cortan en tiras o rodajas finas y se sumergen en una mezcla de vinagre, agua, sal, orégano, comino y a veces chile jalapeño o serrano, lo que intensifica su sabor. El encurtido se deja reposar por varias horas o incluso toda la noche para que los ingredientes absorban bien el adobo y desarrollen su sabor característico.
Este encurtido no solo es un acompañamiento popular en platos como enchiladas, tajadas con carne o pollo frito, sino que también es valorado por sus beneficios digestivos gracias al vinagre y las propiedades antioxidantes de la cebolla y el ajo.
Su preparación es sencilla, pero su sabor es profundo y versátil, lo que lo convierte en un elemento esencial en la cocina casera hondureña. Además, su colorido y textura crujiente aportan un contraste visual y sensorial que realza cualquier comida típica. Es una muestra clara de cómo ingredientes humildes pueden transformarse en una guarnición vibrante y deliciosa.
Receta encurtido de pataste y cebolla
Por Chef Lisandro Calderón
Ingredientes: 1 pataste, 1/2 taza zanahoria, 1 taza cebolla roja, 2 hojas de laurel, 1 diente de ajo, 1 cucharadita de chile en hojuelas, 1/4 taza de vinagre blanco.
Paso a paso: Blanqueamos el pataste y cebolla en agua hirviendo, luego retiramos en agua helada y agregamos la zanahoria.En una olla pequeña hervimos en 2 tazas con agua el laurel, ajo y chile en hojuelas por 5-8 minutos, luego retiramos del fuego y vertemos el vinagre blanco, luego de verter el vinagre, agregamos a los vegetales y dejamos reposar 20 minutos antes de poder usarlo para servir.