"Represa El Tablón es un proyecto de vida para La Lima": Delmys Cardona
Durante más de 20 años ha visto a los limeños vivir como damnificados cada año. Hoy, a 22 días del inicio de la represa El Tablón anhela que sus hijos, nietos y las siguientes generaciones vivan en un mejor ambiente sin tener que correr desde septiembre, octubre, noviembre porque se desborda el río Chamelecón
- 09 de septiembre de 2025 a las 23:04 /
Para La Lima, el municipio más vulnerable de la cuenca del río Chamelecón, la represa El Tablón representa “un proyecto de vida” que podría marcar un antes y un después en la historia de sus habitantes.
Así lo aseguró Delmys Cardona, coordinador del Comité de Emergencia Municipal (Codem) de La Lima, al destacar la importancia de la obra no solo para reducir el impacto de las inundaciones, sino también como motor de desarrollo económico y social en el valle de Sula.
"Con San Pedro Sula con poca tierra para desarrollarse , los dueños de estas industrias van a poner los ojos sobre la Lima y así habrá otras condiciones para nuestra gente, pues ya no tendríamos que salir fuera de la Lima para buscar un trabajo", auguró
Cardona recordó que, tras la devastación provocada por las tormentas Eta y Iota, La Lima quedó más expuesta que nunca a los desbordamientos del río Chamelecón. Con la represa, explicó, no se evitarán del todo las inundaciones, pero ya no tendrán que salir corriendo a partir de septiembre cuando empiezan las lluvias.
A continuación la entrevista completa con Cardona:
– ¿En La Lima sí creen que se ejecutará el proyecto de la represa El Tablón?
Una de las condiciones para que se realice un proyecto de este tipo es la voluntad política. En nuestro país todo se mueve con base a la política. Y creemos que esta vez sí existe esa voluntad, porque no solo La Lima lo pide, lo pide todo el valle de Sula: la sociedad, la empresa privada, los productores, los campesinos.
– ¿Cuál es el beneficio principal que esperan?
La represa no evitará totalmente las inundaciones, pero sí disminuirá el impacto de las crecidas. Se van a recuperar tierras para cultivo, para industria y urbanización. Eso significa desarrollo y menos pérdidas para las familias.
– ¿Qué zonas concretas dejarán de estar bajo riesgo?
Gran parte del centro de La Lima, el sector 1 que conecta hacia San Pedro Sula, y el aeropuerto Ramón Villeda Morales. También en los campos bananeros hay tierras que podrían destinarse al desarrollo industrial.
– ¿Qué papel ha jugado el gobierno en este proceso?
Tengo 20 años trabajando en gestión de riesgos y es la primera vez que veo un gobierno interesado de verdad en reducir la vulnerabilidad de La Lima. Otros gobiernos reconstruyeron bordos tras cada desastre, pero hasta ahí. Hoy hay un interés marcado por cambiar la realidad del municipio.
– ¿Qué opina de la oposición en Quimistán, donde se ubicará el embalse?
Creo que se debe al tipo de socialización. Algunas personas sienten miedo, pero este proyecto también traerá beneficios allá en Quimistán: turismo, energía, agua para riego y potable, crianza de peces. Se generarán oportunidades que transformarán la zona.
– ¿Transformará a La Lima la represa El Tablón?
Para la Lima, el proyecto podría ser como un sueño hecho realidad. Ver a La Lima despegar en su crecimiento urbano y desarrollo, que vuelva a ser lo que era antes, el desarrollo aquí fue exagerado. Nosotros fuimos la primera ciudad modelo de Honduras y no digamos de los vecinos de Centroamérica, de América, porque lo teníamos todo.
– ¿Por qué se perdió todo eso?
Todo se logró gracias al control y manejo que tenía la Tela en aquel tiempo en la cuenca del río Chamelecón. Era envidiable porque se disminuían los impactos de inundación. Lamentablemente, la Tela se fue y quedamos bajo las condiciones que presentaba el río Chamelecón. No se le daba mantenimiento a los bordos, las obras no se protegían bien.
– ¿Qué significa entonces este proyecto para La Lima?
Para nosotros este proyecto es de vida. Tal vez nosotros no lo miremos porque ya estamos de salida, pero nuestros hijos, nuestros nietos o las siguientes generaciones van a vivir en un mejor ambiente sin tener que estar empezando a correr desde septiembre, octubre, noviembre y aquella incertidumbre que si nos vamos, que si nos quedamos, que si salimos, que se desborde el río.
– ¿Cómo funcionarán las indemnizaciones?
No son antojadizas del gobierno, sino bajo parámetros del BCIE. Se paga valor comercial de la propiedad más un aporte de movilización. En tierras productivas, se reconoce un bono de producción de cinco años. Si alguien ganaba 100 mil al año, se le entregan esos cinco años por adelantado.
– ¿Qué significa la represa para todo el valle de Sula?
Esta obra es ganar - ganar para todos porque no solo La Lima se beneficia. Es un proyecto para todo el valle de Sula y, en realidad, para el país. Aquí se genera más del 40% del PIB, proteger esta zona es proteger la economía de Honduras.
Le voy a hablar como limeño, no le estoy hablando como coordinador del Codem: yo tengo 20 años de estar aquí en la municipalidad trabajando en la cuestión de gestión de riesgos, y es primer gobierno que yo he visto que en verdad se interesa en mejorar las condiciones de la Lima.
– ¿Cómo recuerda el impacto de Eta y Iota en esta vulnerabilidad?
Esas tormentas sobrepasaron la capacidad del río Chamelecón. La caja hidráulica soportaba 4 mil metros cúbicos por segundo y recibimos hasta 16 mil. Los bordos no colapsaron por debilidad, sino porque fueron rebasados. Desde entonces sabemos que no basta con reparar, se necesita una solución definitiva.
– ¿Cómo imagina La Lima en 10 años con la represa ya funcionando?
La imagino creciendo como antes, con industrias asentadas aquí, con menos miedo a las inundaciones, con jóvenes trabajando en su propio municipio. La imagino como una ciudad que vuelve a ser modelo para el país. Hay áreas que completamente van a quedar fuera de los contextos de inundación. Se va a recuperar tierras para poder desarrollar industrialmente el municipio.
