En detrimento de su débil economía, los productores más modestos, los que no tienen un patio de concreto o secadora de granos, continúan perdiendo dinero por vender el café húmedo o mojado a los intermediarios.
El 60% de aproximadamente 16 millones de quintales de café (producción bruta nacional) es vendido por los productores en condiciones de humedad simplemente por carecer de un sistema de secado.
Pese a que este es un factor negativo que históricamente ha impedido a los productores obtener precios justos, hasta la fecha ningún gobierno ha desarrollado proyectos con el objetivo de atacar este problema, que impacta negativamente a la postre en la economía del país.
En los primeros días de diciembre, Miguel Martínez, dueño de una finca de manzana y media de café, llevó dos sacos con un peso bruto de 152 libras a un beneficio de Santa Rosa de Copán, pero solo recibió dinero por el pago del peso neto correspondiente a 90 libras (62 libras menos).
Productores de café de comunidades donde las lluvias no permiten orear los granos en los patios de concreto pueden buscar apoyo en organizaciones para instalar secadoras solares.
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Por 90 libras recibió L1,480, una cantidad sumamente inferior a la que pudo haber ganando si hubiera oreado el café (secado en un patio). Con unos tres días de sol, el peso neto hubiera alcanzado más de 120 libras.
“Lamentablemente, mi finca es pequeña y produce poco, y con estos precios bajos no puedo comprar cemento y otros materiales para hacer un patio. No digamos una secadora, esa no la puedo comprar, es muy cara. Al beneficio le toca secar el café húmedo que traigo y por eso me descuenta”, comentó.
En todas las fincas es una práctica general que, después de cortar los granos, los productores deben someterlos a un proceso de preparación (de forma rudimentaria o mecánica) llamado beneficiado para venderlo a un intermediario.
Con este sistema de secado podrán obtener mayores ingresos económicos.
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El día que Martínez llevó los dos sacos a vender, la empresa exportadora estaba pagando L1,650 lempiras ($66.93) por 100 libras de café pergamino, mientras en el mercado internacional el precio era de $119 (L.2,946.45).
Lejos de Santa Rosa de Copán, en San José de Oriente, Ilama, Santa Bárbara, Abel Enamorado Fúnez (38 años) igualmente es agobiado por los descuentos que le imponen por la humedad.
“A mí me han quitado entre 52% y 53%, incluye la humedad y el daño del grano. Para recibir el precio de 100 libras tengo que llevar por lo menos 180 libras con humedad. Pierdo bastante porque no tengo patio ni secadora”, explicó este caficultor padre de tres hijos. Enamorado Fúnez, propietario de una plantación de dos manzanas, entre noviembre y los primeros días de diciembre ha vendido tres lotes de café que, según él, no le han dejado “ninguna ganancia”.
“En el verano saqué dinero prestado para poder limpiar y abonar la finca. No he ganado nada, me ha ido mal, hasta me ha tocado sacar de la bolsa para hacer los gastos del carro. Los productores pequeños necesitamos apoyo para invertir en secadoras y lograr un mejor precio.
Aquí donde vivo llueve un poco más y secar en patio es difícil. Las secadoras son caras y la finca no me da para comprar una”, manifestó.
Medir humedad
Para establecer el nivel de humedad, algunos intermediarios autorizados utilizan un humidímetro y otros lo hacen de forma empírica, “a puro ojo” (observan el color y la dureza del café oro) o “con el diente” (el comprador muerde el grano, si lo aplasta, tiene agua; si lo quiebra, está seco). El reglamento de comercialización aprobado por Conacafé consigna que “para los rangos de humedad, cuyo estado no puede ser determinado por un probador de humedad (café mojado u oreado), su descuento por humedad será una negociación directa entre comprador y vendedor; pero en ningún caso será mayor al 51%, valor que será revisado anualmente por Ihcafé”.Sergio Aguilar, jefe regional de Ihcafé, les recomienda a los productores exigirle el “téster” a los intermediarios para evitar descuentos injustos por calcular la humedad de manera inexacta.
“Los productores deben reducir humedad abajo de 45% para exigir el uso del probador. Abajo de ese porcentaje, el comprador está obligado a utilizar el probador de humedad. Para reducir la humedad a ese porcentaje hay que asolear el café unos dos días... con seis días de sol logran bajar al 12% y tienen un mayor ingreso”, explicó. “Debemos vender el café refinado u oreado”.
A mí me han hecho descuentos hasta de 52% del pago por el café mojado. Stanley Sagastume, productor
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Stanley Sagastume, dueño de una finca de 20 manzanas en la aldea Río Seco, Santa Bárbara, es uno de los miles de productores que han perdido “mucho dinero” por vender el café “con demasiada agua”. Le han descontado hasta el 52%, aseguró.
“Yo me veo obligado a vender el café pergamino húmedo. No tengo secadora y no puedo comprar una. Tenemos patio, pero no puedo secar porque llueve mucho. Ahorita no he vendido café, pues tenemos problemas con la mano de obra. Está difícil conseguir mano de obra, no quieren cortar, quieren que uno les pague mucho, y nosotros no estamos ganando nada”, expresó Sagastume (46 años).
Los productores, según Sagastume, no solo ven una reducción de los ingresos económicos a causa de la humedad, sino también por la retención de $13.25 por quintal vendido.El Ihcafé les retiene esa cantidad y 60 días más tarde les devuelve $10.50 ($1.0 le queda al Ihcafé para asistencia técnica e investigación y $1.75 al Fondo Cafetero Nacional para la reparación de carreteras).
Deben exigir el uso del probador de humedad para obtener un dato exacto Sergio Aguilar, director regional del Ihcafé
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Para el director regional del Ihcafé, la retención “sirve como una garantía bancaria para los productores cuando quieren solicitar un préstamo, que pueden usar para comprar una secadora o adquirir insumos en Ihcafé”.
Algunas organizaciones, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Technoserve, Proyecto Conecta+ (apoyado por Naciones Unidas), también Nestlé, proveen secadoras solares a algunos productores para que mejoren sus ingresos económicos.
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