Más de un cuarto de millón de contagios y siete mil muertes después, la covid-19 sigue provocando daños en Honduras, de acuerdo con los recuentos oficiales.
Durante el mes de junio se superaron los 250 mil contagios, cerrando en 262,760 casos, según el conteo que mantiene el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
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En cifras generales, junio fue un mes en el que se redujo relativamente la cantidad de contagios al contabilizarse durante ese mes 24,533 casos, lo que representa una disminución del 5.3% al compararlo con las cifras de mayo.
Aun así, junio se mantiene como el segundo mes con más casos reportados, tan solo por detrás del mayo 2021, el peor es hasta ahora desde el inicio de la pandemia.
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Letalidad y tasa de contagio
Durante junio, dos indicadores mostraron preocupantes señales de incremento.
Por una parte, la tasa promedio de contagios diarios aumentó en casi cuatro puntos porcentuales, pasando de 27.1% de casos positivos en mayo, a 31% en junio.
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Junio representa el quinto mes consecutivo que este indicador aumenta con respecto al mes anterior. Dicho de otra forma, en lo que va del 2021, tasa de letalidad ha subido en todos los meses a excepción de enero, cuando registró su última baja.
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Pruebas diarias
Un indicador que sí bajo notablemente durante junio es el promedio de pruebas que se procesan diariamente en los laboratorios de virología.
Luego de superar el promedio de las 3 mil pruebas diarias durante mayo (el más alto desde el inicio de la pandemia), el promedio cayó durante junio en más de 500 pruebas diarias, hasta quedar en un poco más de 2,500, si bien se mantiene por encima del promedio de los últimos 12 meses.
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La lentitud con la que avanza la campaña de vacunación hace prever que estos indicadores de pandemia no mostrarán una mejoría sustancial, al menos en el corto plazo.
Por esta razón hay que insistir en recordarle a la población la necesidad de no bajar la guardia ante el coronavirus. Si bien la luz ya se vislumbra en el horizonte, todavía falta mucho camino por recorrer antes de recuperar la normalidad perdida.