Más del 40% de los sampedranos viaja en un precario transporte público
Actualmente, más de 1,600 unidades circulan por la ciudad, de los que más del 70% están obsoletos o en condiciones deplorables
- 24 de junio de 2025 a las 23:15 /
La capital industrial enfrenta una crisis en movilidad urbana. Más del 40% de sus habitantes depende diariamente del transporte público como principal medio de desplazamiento.
Sin embargo, para la mayoría de los usuarios, esta experiencia se convierte en un viacrucis, marcado por la precariedad de los autobuses, la inseguridad y la ausencia de alternativas dignas.
Actualmente, más de 1,600 unidades circulan por la ciudad, de los que más del 70% están obsoletos o en condiciones deplorables.
Alfredo Cerros, delegado regional del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT) en la zona norte, informó que hay registrados más de 1,600 autobuses, pero en sus revisiones diarias observan entre 800 y 1,000 unidades en circulación.

Algunos han dejado de operar debido a factores relacionados con la inseguridad, situación que está siendo manejada por la Secretaría de Seguridad”.
La mayoría de los buses están chocados, carecen de aire acondicionado, tienen los asientos rotos, son inseguros estructuralmente y, en la mayoría de los casos, conducidos de forma temeraria.
A esto se suma la amenaza constante de la delincuencia, que convierte el transporte público en un espacio de riesgo para los ciudadanos.

Olga Torres, residente del sector Rivera Hernández, manifestó que, “para llegar a mi trabajo debo tomar dos rutas diferentes, cada conductor maneja como loco por ganar pasajeros. Ya no se trata solo de incomodidad, sino de miedo real, viajar en bus aquí es una ruleta rusa”.
San Pedro Sula cuenta actualmente con al menos 45 rutas urbanas activas y una importante cantidad de unidades interurbanas que ingresan diariamente desde otras regiones del país. Sin embargo, la falta de coordinación entre estos sistemas ha derivado en un modelo de movilidad urbano desarticulado, ineficiente y caótico.
El sistema, lejos de aliviar la carga de los ciudadanos, los empuja a gastar una parte considerable de sus ingresos en taxis como única opción de transporte relativamente segura.

El sueño de un Metrosula
Frente a este panorama crítico, surge desde hace más de 10 años la propuesta del proyecto Metrosula, un ambicioso método de transporte liderado por el consorcio Inversiones Transportes y Servicios Especiales (Intrase), que agrupa a las 45 empresas de transporte urbano de San Pedro Sula.
La iniciativa propone la modernización total del sistema mediante la incorporación de más de 550 autobuses nuevos de alta capacidad, fabricados en Brasil.
Estas unidades contarán con aire acondicionado, puertos de carga USB, cámaras de seguridad, GPS interconectado con el sistema 911, accesibilidad universal y una vida útil de más de 20 años.
El modelo se inspira en el sistema BRT (Bus de Tránsito Rápido), e incluirá carriles exclusivos, estaciones seguras, sistema de pago electrónico, y una red alimentadora que conectará barrios y colonias con los corredores principales.
La inversión proyectada supera los 129 millones de dólares (alrededor de 3,300 millones de lempiras), y se espera que la primera fase del sistema entre en funcionamiento en 2026.

Pero Metrosula no es solo una renovación de flota, su enfoque abarca también la construcción de nuevas terminales en los sectores norte y este de la ciudad, la reorganización de rutas interurbanas, y la integración del sistema con taxis, ciclovías y otros medios de transporte alternativo, apostando por una movilidad urbana moderna, eficiente y sostenible.
550
autobuses
serán parte de la flota de nuevas unidades que conformarán Metrosula está compuesta por buses completamente modernos.
El ingeniero Osmín Bautista, experto en infraestructura urbana, considera que este proyecto es clave para transformar la dinámica vial de la ciudad.
“Si logramos un transporte público confiable, accesible y seguro, muchas personas dejarán su carro en casa. Pero esto requiere algo más que inversión, necesita planificación, voluntad política y un compromiso real con el bienestar colectivo”, expresó el ingeniero.

Aunque Metrosula ha generado esperanza en amplios sectores de la población, es un proyecto que ya tiene más de una década en gestión, por la falta de regulación efectiva y el bajo compromiso de algunos actores.
A pesar de ello, representantes del sector aseguran que el proyecto ya cuenta con el respaldo del Gobierno, y que se han realizado reuniones clave con la Comisión Nacional de Transporte para afinar los detalles y garantizar su ejecución.
“Tenemos todo listo para cambiar el sistema por completo, solo esperamos la aprobación final y el financiamiento compartido con el Estado. No podemos seguir operando unidades deterioradas si ya tenemos un plan macro viable y moderno”, expresó Nelson Fernández Toro, presidente de Intrase.

San Pedro Sula se encuentra ante una oportunidad histórica para romper con décadas de abandono e improvisación en el sistema de transporte público.
El proyecto Metrosula puede representar el inicio de una nueva era en movilidad urbana, más ordenada, eficiente y humana.
Pero para que el cambio sea real y duradero, no bastan los buses nuevos. Se necesita una visión compartida, educación vial, integración tecnológica y, sobre todo, el compromiso de todos los sectores involucrados.
La transformación del transporte puede, y debe, ser el primer paso hacia una ciudad más moderna.
