“Las principales ciudades del país deberían tener un transporte de primera, pero en San Pedro Sula, (llamada en algún momento) Smart City, el transporte es pésimo”, expresó Celvin Rodríguez.
El sampedrano manifestó esto luego de que LA PRENSA expusiera que un gran número de unidades del sistema urbano e interurbano no reúnen las condiciones para garantizar la seguridad de los usuarios.
Mientras que Joel Ordóñez, otro lector, indicó que “deberían sacar todos los rapiditos y colocar solo buses amarillos, que transportan más cantidad de personas y con mayor seguridad”.
Por su parte, Omar Morales opinó que “es lamentable el pésimo servicio del transporte” y la falta de acciones por parte del Gobierno central y municipal “para mejorar las condiciones”.
Así como estos tres sampedranos, miles de usuarios del transporte público se quejan a diario del mal estado de las unidades y del riesgo que esto representa. No obstante, la situación socioeconómica de la gran mayoría no les permite costearse un taxi u otro medio de transporte que les resulte más seguro, por lo que no tienen otra opción.
Acerca de este tema, el dirigente del transporte y presidente del consorcio Inversiones Transportes y Servicios Especiales (Intrase), Nelson Fernández Toro, dijo que el sector ha presentado varias propuestas para modernizar el servicio, pero no han logrado materializarse debido a la falta de respaldo.
Metrosula
Refiriéndose al anhelado Metrosula, propuesto desde hace más de una década por empresarios del sector para modernizar el servicio, descongestionar las principales salidas de la ciudad y brindar mayor seguridad.
Fernández explicó que el proyecto parte de la adquisición de unidades nuevas, con capacidad para 100 a 180 personas, para implementar un sistema de buses BRT, con vías exclusivas y una seguridad mediante cámaras y GPS conectados con la Policía.
Estos autobuses recorrerán la ciudad y serán alimentados por unidades más pequeñas que transportarán a las personas desde los barrios y colonias.
En total, el consorcio integrado por 46 empresas, pretende adquirir 550 autobuses a una planta de Volvo en Brasil, para lo que requiere $129 millones (L3,300 millones).
El dirigente indicó que, aunque la espera ha sido larga, están gestionando un préstamo sindicado y en las próximas semanas recibirán la respuesta final por parte de las instituciones bancarias.
De aprobarse, la carta de crédito sería entregada en abril para remitirla al fabricante, por lo que prevén que las primeras unidades lleguen en octubre de este año.
Sin embargo, los retos para echar a andar este proyecto son enormes, ya que se requieren obras de infraestructura vial para complementarlo.
Sobre este aspecto, Fernández dijo que el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, ha expresado su apoyo, pero la administración municipal les informó que no cuenta con recursos para invertir en infraestructura para este proyecto.
No obstante, dijo que no se darán por vencidos y planean tocar las puertas del sector privado.
