Las deficiencias del sistema eléctrico hondureño no solo se manifiestan en los constantes fallos de la red, las pérdidas técnicas y los apagones programados, sino también en la falta de la infraestructura necesaria, no para generar la energía, sino para hacerla llegar a los consumidores.
En otros casos el problema es incluso más grave: ciertas comunidades del interior carecen por completo de acceso a las fuentes de energía eléctrica.
San Pedro Sula. El futuro energético de Honduras pende de algún modo sobre la balanza tras el fracaso de la primera ronda de la renegociación de los contratos de energía renovable.
En momentos en los que el gobierno y los generadores privados se aprestan a volver a la mesa de una complicada negociación, hay muchos factores en juego. Por una parte se busca rescatar financieramente a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), ahogada por los enormes costos que representa la compra de energía a los generadores privados.
Por otra parte, los generadores privados procuran proteger sus inversiones y asegurar su rentabilidad, de lo que resulta un pulso de revisión de costos, ofertas y contraofertas sin que hasta ahora haya podido lograrse un acuerdo.
Para empeorar la cosas, la Enee arrastra una deuda desde hace años con los generadores, la cual, de acuerdo con algunas fuentes, ronda los 12,000 millones de lempiras, tras cuartas partes de la cual fue heredada del gobierno anterior.
Urgencia de reformas
En mayo de este año el Congreso aprobó la Ley Especial de Reformas Energéticas, en la que quedó consignada la renegociación de los contratos de generación en busca de una solución que permita recuperar las finanzas de la Enee, al tiempo que equilibra más la balanza de la relación costo-beneficio de las partes involucradas.
Pero eso es más fácil de decir que de hacer, alegan los generadores, puesto que para ellos implicaría una reducción de beneficios que podría redundar en una pérdida de rentabilidad, lo que le quita atractivo al negocio.
El hecho de que en la citada ley haya quedado consignada la figura del “justiprecio”, tampoco ayuda a la causa de los generadores, temerosos de que con ello se les obligue a reducir sus costos al grado de tener que afrontar pérdidas, poniendo con ello en riesgo sus inversiones.
A este respecto, el consultor e ingeniero eléctrico Luis Suazo observó que tratar de equilibrar las cosas a través de un justiprecio, “no es lo que más conviene para el país, para los generadores ni para el sector eléctrico”.
Precio justo
A la hora de referirse a los términos de la renegociación de los contratos, las autoridades del actual gobierno han manifestado su intención de que los generadores pueden esperar y el gobierno estaría dispuesto a pagar un precio justo por el servicio que proveen.
Así lo definió Rixi Moncada, ministra de Finanzas, al referirse la semana pasada a los cuestionamientos que tal postura gubernamental ha tenido en el marco de la renegociación de contratos.
“El justiprecio está en la Constitución, hay que ir y buscarlo ahí. Son conceptos de los años 80, equivale a precio justo”, expresó en televisión.
La funcionaria recordó los compromisos que la actual administración contrajo cuando se comprometió a subsidiar a los consumidores de zonas desfavorecidas y de menores ingresos, que consumiesen menos de 150 kilovatios hora al mes. Compromisos de esa clase obliga a ahorrar costos y en ella se encuentra una de las motivaciones de postura de la parte gubernamental.
85 % es el porcentaje de cobertura que la red eléctrica nacional tiene sobre el territorio hondureño, según estiman las autoridades de la Enee.
300,000 hondureños carecen actualmente de acceso a las fuentes de energía eléctrica en los lugares en que viven, de acuerdo con el gerente de la estatal.
Moncada hizo la comparación de que, en otros países, como los Estados Unidos, los costos de generación eléctrica de las fuentes privadas son de alrededor de 2 centavos de dólar por kilovatio hora. En contraste, ese costo en Honduras se eleva hasta los 18 centavos de dólar por kilovatio hora, un nivel que se cuenta entre los más altos de la región centroamericana, de acuerdo con la funcionaria.
Moncada también hizo referencia a que la asignación de un precio justo es un proceso integral, que procura tomar en cuenta la amplia variedad de factores implicados, por lo que no puede hacerse a la ligera.
“¿Qué es lo que se va a evaluar? Cuando uno evalúa a una empresa no evalúa un activo, lo evalúa integralmente, no lo evalúa parcialmente, evalúa la inversión total, la inversión en bienes, la inversión en servicios y los precios completos”.
Esto, sin embargo, no logra evitar las inquietudes de los generadores privados, para muchos de los cuales, la incertidumbre no es una opción ya que podría llevarlos al desastre financiero.
Artículo 1. Bien público. El primer artículo de la ley declara al servicio de energía eléctrica como un bien público y un derecho humano.
Artículo 2. Recuperación. Declara la emergencia en el subsector eléctrico y autoriza un plan para la recuperar a la Enee.
Artículo 3. Responsabilidad. La Enee es la responsable de cumplir el compromiso del Estado de proveer el servicio de energía eléctrica. La Cree sigue siendo el ente regulador.
Artículos 4 y 5. Renegociación. Estos artículos autorizan a la Enee a renegociar los contratos de suministro de energía.
Artículo 6. Adquisición. Autoriza a la Enee a adquirir plantas de generación fijando un justiprecio con bonos.
Elsia Paz, presidente de la Asociación Hondureña de Energía Renovable (Aher), dijo en mayo que la cuestión del justiprecio “es lo que realmente tiene muy consternada a toda la población de inversionistas, porque la definición no engaña, la definición está ahí (en la ley) y hay que ser sinceros y abiertos”.
Tal como ya se ha mencionado, a los generadores privados les preocupa que las interpretaciones de la ley de reforma eléctrica sea utilizada por las autoridades para tomar control de los proyectos privados en caso de no lograr un acuerdo.
A estas preocupaciones respondió en su momento el ministro de Energía (y gerente de la Enee), Erick Tejada, quien, en tono conciliador, le aseguró a los generadores privados que “en ningún momento se habla de nacionalización, expropiación o algo similar”.
De esta manera, la cuestión del precio justo se ubica en el centro del debate de la renegociación de los contratos de generación eléctrica con los inversionistas privados.
Este sería uno de los puntos clave, por no decir el punto clave de cuya resolución depende que el proceso de renegociación llegue a buen término.
“Se deberían traer mediadores que faciliten el diálogo entre ambas partes si se estima necesario para lograr acuerdos que alejen la figura de la expropiación y el justiprecio de las mesas de negociación”, recomienda el consultor Suazo.
Desde hace muchos años se viene culpando de la precaria situación de la Enee apuntando el dedo hacia los contratos firmados con los generadores privados, los que a menudo reciben el calificativo de “leoninos” por considerar que se redactaron de un modo que resultaba excesivamente ventajoso para estos últimos, en detrimento de las finanzas de la estatal, y, por extensión, de sus abonados.
Para simplificar tan compleja situación, la puesta en vigencia de los contratos da paso a situaciones en las que la empresa estatal debe pagar algunos de los costos de los generadores a los que compra la energía y debe hacerlo incluso cuando estos no estén produciendo.
Situaciones como esa produjeron un enorme impacto en las finanzas públicas: la Enee compra la energía a un precio más alto de lo que la vende, porque de lo contrario las tarifas eléctricas que pagan los abonados serían incluso más elevadas de lo que ya son.
Esta es, entre otras cosas, la razón que motiva la revisión de los contratos.Ambas partes deberán hacer concesiones en una negociación que desde ya se anticipa tanto o más complicada que la anterior.
Demanda de energía va en aumento progresivo
San Pedro Sula. De acuerdo con los datos publicados por la Enee en su boletín estadístico hasta mayo de 2022, la demanda mensual de energía ya superó este año al máximo registrado el año pasado.
Mientras que en 2021, el pico máximo de demanda fue de 1,738 .3 megavatios, cifra alcanzada en mayo, la demanda de 2022 ya la superó, esta vez en abril, cuando se registró una demanda de consumo por 1,788.8 megavatios.
Hay que mencionar que la capacidad instalada con la que cuenta Honduras para generar electricidad supera los 2,800 megavatios, pero eso no quiere decir que esa sea la capacidad disponible en todo momento.
Hay que recordar que la capacidad de las represas se reduce durante los meses de verano, cuando baja el nivel de los embalses.
Las plantas solares tampoco producen mucho por la noche o en los días nublados y en cuanto a la energía de eólica depende de la fuerza de los vientos.
Las únicas fuentes que no dependen de los factores climáticos con las fuentes no renovables, es decir, las plantas térmicas.
Al depender de combustibles fósiles, están sujetas a las inestabilidades de mercado y Honduras ha logrado avanzar bastante en materia de reconfiguración de su matriz energética.
Según el informe de la Enee, el 51% de la energía producida en los primeros cinco meses de este año procede de fuentes renovables, mientras que el 49% corresponde a plantas de generación a base de fuentes que no son renovables. En cuanto a capacidad, las fuentes “verdes” superan el 60% de la matriz.