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El Ferrocarril, otra pesada carga para el Estado

  • 21 abril 2022 /

De enero de 2018 a marzo de 2022, el Ferrocarril Nacional acumuló pérdidas de casi L7.4 millones y los únicos dos servicios que prestaba los paralizó el covid-19.

San Pedro Sula

Cuando el servicio de tren de carga y pasajeros estaba en apogeo, Baracoa, una pequeña aldea de Puerto Cortés, vibraba al son de las estruendosas bocinas de las locomotoras.

Sus tres vías y las docenas de trenes que pasaban día y noche, o que se apostaban en el empalme que se formaba en el centro de la comunidad, movían y dinamizaban la economía local, así como la del resto de la zona norte.

Sentado en un pequeño banco, Cooper Cartagena, sastre y líder comunitario, ve desde su ventana un “switch” que servía para cambiar de dirección la vía, ya fuera que el tren se dirigiera al puerto o se adentrara a los campos bananeros en dirección de La Lima o Tela.

Ese artefacto con un banderín rojo que hoy sirve de adorno en la calle principal pavimentada, así como algunas fotos que cuelgan en las paredes de la vieja estación, adonde funciona una pulpería, son algunos de los escasos legados que atesora la comunidad que creció gracias al auge del Ferrocarril Nacional y que sueña con volver a verlo operar como antes.

Datos

16 empleados permanentes hay en el FNH, en quienes se erogan al mes 333,000 lempiras por concepto de salarios y bonificaciones.

42,064 lempiras es el salario más alto en el FNH y corresponde al gerente. El único motorista ferroviario y el cobrador ganan cada uno L10,125 al mes.

Luego de más de 30 años del inicio de la caída de esta institución, que vivió años de gloria y bonanza, el panorama no es nada halagador.

En los 90 paró de tajo la inversión y a comienzos de los 2000 la vía férrea y hasta los durmientes fueron desmantelados, los trenes se oxidan en los talleres que quedan en pie y la situación económica de la institución es insostenible.

La Unidad de Datos de LA PRENSA Premium analizó la situación financiera del Ferrocarril Nacional de Honduras (FNH) basado en los estados financieros publicados en el portal de transparencia, y aunque hay planes para “revivirla”, la misión será titánica y sumamente cuantiosa.

Tras analizar los estados de resultados de los últimos cuatro años es fácil establecer que la institución, lejos de ser rentable para el Estado, es una carga.

Cada uno de esos cuatro años ha cerrado en números negativos.Por ejemplo, en 2018 percibió 14,090,351 lempiras en ingresos, pero sus gastos fueron mayores: 14,973,826.38, un déficit financiero de 883,475 lempiras.

El Ferrocarril, otra pesada carga para el Estado

Con el paso de los años, la situación ha ido empeorando. En 2021 obtuvo ingresos por un monto de L11,179,191.88, pero gastó 12,757,738.45, más de millón y medio de lo que recibió.

Según el análisis de LA PRENSA Premium, solo de enero de 2018 a marzo de 2022, el Ferrocarril Nacional acumuló pérdidas de casi L7.4 millones.Solo siete años atrás, en 2014, la empresa tenía mejor situación.

El balance de más larga data publicado es el consolidado a enero de 2015. En él se muestran activos por sobre los L53 millones versus pasivos por el orden de los L20,077,923.62 y un patrimonio que superaba los L33 millones.

Servicios

En la actualidad, los ingresos que capta la institución son por alquileres, en su mayoría planteles instalados a lo largo de los más de 785 kilómetros de derechos de vía que posee en las tierras bajas del norte, principalmente en el valle de Sula. Además, rentan edificios y locales, así como equipos en el caso del torno y martillo industrial.

El servicio de pasajeros que se mantenía activado en San Pedro Sula para la Feria Juniana se detuvo en los últimos dos años a causa de la pandemia. Y aunque el personal con el que cuenta la institución es escaso, realizan labores de mantenimiento a las dos locomotoras todavía operables.

De momento se desconoce si el servicio de tren por el que cobraban cinco lempiras por pasajero se vaya a reactivar este año. Sin embargo, ya trabajan en la limpieza de vía y el tren se volvió a encender hace un par de semanas, reviviendo la esperanza de quienes se alegran cuando lo ven.

El puente del tren sobre el río Bermejo en San Pedro fue destruido por alguna crecida; la vía ahora yace retorcida.

El segundo servicio que prestaban es en el refugio de vida silvestre Cuero y Salado para turistas nacionales y extranjeros, que también se paró a causa del covid.

Idea ambiciosa

En su época vibrante, activa y dinámica, el Ferrocarril Nacional de Honduras llegó a facturar millones de lempiras por el transporte de carga de productos agrícolas, graneles, madera y de pasajeros.

Ahora, la institución aporta más pérdidas que ganancias al Estado de Honduras.Consciente de eso, el nuevo ministro de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), Mauricio Ramos, ha gestionado el manejo de esta institución con el fin de tratar de rescatarla o darle un nuevo giro.

“Hemos pedido que por favor nos pasen el Ferrocarril para ver de qué manera se puede trabajar para relanzar el servicio que mejore la interconectividad entre el sur y el norte de San Pedro Sula. Sabemos que se robaron los rieles, algunos fueron vendidos o subastados. Toda la operación se desarticuló con la baja de operación de la Tela y la Standard”.

El funcionario también ha pedido reunirse con el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, para que el tren se considere una solución integral del transporte urbano en San Pedro Sula.

“Tenemos una ruta trazada propiedad del Estado de Honduras, no hay que pagar derecho de vía, quizá despejarla”. Ramos tiene planes ambiciosos que espera concretar o encaminar.

“El proyecto ideal es la construcción de una vía aérea que pase por el centro de San Pedro Sula. Una especie de metro. Es la única solución ante el caos vehicular que causa el tren cuando sale en la actualidad”, dijo.

Sin duda, personas como Cooper Cartagena son conscientes de que con el tren hay un punto de no retorno; sin embargo, cree que si alguna autoridad tiene visión, el tren volverá para darle modernidad y empuje al país.