26/04/2024
12:56 AM

SPS: cambio climático ha elevado entre 2 y 3 grados las temperaturas

Que las mañanas sean más cálidas es una clara consecuencia del cambio climático que ha impactado en San Pedro Sula; 2020 fue uno de los años más calurosos de las últimas cuatro décadas.

San Pedro Sula, Honduras.

Era un día normal de mayo, uno más caluroso de lo habitual. Abordó el transporte público como a las 9:00 am y a esa hora la temperatura ya era desesperante.

Wendy Hernández iba de pie junto a un conocido, platicando de lo más normal, cuando sin pensarlo fijó su mirada en el exterior, justo en el rótulo de un negocio, y de repente no supo más. Todo se puso negro; se había desmayado.

Lo único que recuerda es que en medio la algarabía tras su caída, la gente gritaba que la ayudaran.

“Yo no reaccionaba, intentaban que tomara agua y me daban aire. Cuando me desmayé caí en el filo de un asiento delantero, y del golpe me abrí la frente. Jamás me había desmayado, ni cuando salí embarazada. Todo ese día anduve mareada y cuando hace mucho calor siento tirones y fuertes dolores de cabeza”.

Las altas temperaturas registradas este abril en gran parte de Honduras, y en especial en la zona norte, son parte de un patrón de calor que viene ocurriendo en los últimos 40 años y cuya tendencia va en aumento, según registros oficiales.

San Pedro Sula se ha caracterizado por su clima tropical.

A pesar de que estos picos de calor ocurren cada año con mayor énfasis en los meses de abril, mayo y comienzos de junio; enferman, sofocan, y son difíciles de asimilar.

La Unidad de Datos de LA PRENSA Premium analizó los reportes de la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) y el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) sobre las temperaturas en la zona norte desde 1981 hasta 2021 y se identificó que en esta región, especialmente en el valle de Sula y en ciudades como San Pedro Sula, han incrementado las temperaturas al menos tres grados centígrados durante las mañanas y dos grados por las tardes. No así en el país que en el lapso de los últimos 42 años la variación es de, al menos, un grado más.

A pesar de que San Pedro Sula parece un hervidero, no es la ciudad más caliente por su clima. Este título lo mantiene Choluteca donde el promedio anual ronda los 36 grados, indica la base de datos.

Abonan al calor

Los factores que inciden en el aumento de temperaturas en ciudades como San Pedro Sula tienen que ver con la expansión urbana y el uso de los suelos que provocan un fenómeno llamado “islas de calor”, lo que se traduce en una mayor sensación térmica. Además, afecta la altura con relación al nivel del mar y con el porcentaje de humedad que se registra en la zona.

También están los factores que impactan directamente en el ambiente, como la tala y la quemas de bosques y zacateras, que provocan tanto humo que impiden a la radiación solar volver a la atmósfera encerrando el calor en una especie de bolsa térmica, una clara consecuencia del cambio climático.

En lo que va del año, 14,911 hectáreas de bosques y pasto han sido afectadas en Honduras por 315 incendios, según cifras del Instituto de Conservación Forestal (ICF).

Wendy cree que lo que le sucedió aquel día en el que se desmayó cuando iba rumbo a su trabajo está relacionado con las quemas de bosques y zacateras.

“Yo no estaba enferma, padezco asma, pero el asma no causa eso. Cuando hay incendios, el humo se encierra, el ambiente se pone denso y cuesta respirar, pareciera que uno se queda sin oxígeno”, afirma la licenciada en gestión aduanera, ahora radicada en Guatemala.

Autoridades advierten sobre el aumento de las temperaturas a nivel nacional.

En San Pedro Sula, en las últimas semanas se han incrementado los incendios, principalmente de maleza. El jefe de Operaciones del Cuerpo de Bomberos de San Pedro Sula, Genaro Ortega, lamenta que estos siniestros sigan ocurriendo a diario, principalmente en el sector este de la ciudad.

“Estamos apagando a diario de cuatro a cinco incendios de zacateras, principalmente en la ruta de la carretera a Ticamaya. La gente no deja esa cultura de quemar la basura. Esos fuegos pueden provocar un incendio estructural o comenzar en la maleza y terminar en los bosques colaborando así con el cambio climático”.

Por otro lado, el comandante de Bomberos de San Pedro, Jorge Turcios, confirma que los fuegos los mantienen atareados. En total han sofocado 51 siniestros en zacateras, solo en abril van 17. Los forestales solo son dos, encima de los estructurales que van 35 de pequeñas proporciones, ocho de mediana y seis de grandes proporciones.

Los más calurosos

El esculcamiento a la base de datos arroja que 1989 fue el año más caliente, seguido de 1990, 1995 y recientemente 2020 en San Pedro Sula.

Ese 1989 el promedio de temperatura más alto fue de 33.8 grados centígrados. Es decir, durante la temporada seca, la mayoría de días las temperaturas rondaron los 33.8 grados en la capital industrial. También se constató que las altas temperaturas se dan en un patrón de 20 años, el 1990 (33.3) y 2020 (33.2), ambos años tienen similar temperatura en la Capital Industrial.

Aunque gran parte del año predominan las temperaturas cálidas, es en abril, mayo e incluso junio cuando todo empeora, pues las máximas promedios en esos meses sobrepasan los 35 grados y se alcanzan hasta 40 o 41 grados centígrados.

Francisco Argeñal, director de Cenaos y estudioso del clima por más de 30 años, confirma el incremento de las temperaturas cálidas. “Al analizar la tendencia de temperatura anual, máxima y la mínima, se observa que hay una tendencia de casi dos grados centígrados en San Pedro Sula.

Casi tres grados ha subido la temperatura de la mañana en los últimos 70 años y la de la tarde anda cerca de los dos grados. Se ha incrementado más la de la mañana. Cuando se incrementa más la de la mañana, quiere decir que hay un efecto invernadero mayor y sabemos que al haber efecto invernadero produce mayor calentamiento”, expone.

Aunado al tema de las altas temperaturas, la humedad y la sensación térmica juegan sus propios roles.

“La humedad produce bochorno, porque uno suda y la humedad no se evapora. No es lo mismo sudar en Puerto Cortés (humedad arriba del 70 u 80%) que sudar en San Pedro Sula, y no digamos si suda en Villanueva. Si suda en Villanueva, usted rapidito se seca y se refresca con el sudor, mientras que en Puerto Cortés usted suda y el sudor no se evapora, entonces no le baja la temperatura y más bien siente aquello pegajoso en el cuerpo”.

Impera la influencia débil de La Niña

Will Ochoa, experto en clima y pronosticador de Cenaos, sostiene que el aumento de un grado centígrado a nivel mundial ha desconfigurado los microclimas locales.

Ese hecho, junto a la deforestación y quemas ocurridas desde comienzo del año, las cuales se intensifican en abril y mayo, justamente, han hecho más grande el daño ambiental.

Ello ha impactado directamente en la producción de lluvia, porque el bosque crea humedad, pero al haber incendios se disparan más de lo normal las altas temperaturas.

Ese humo generado por los incendios impide que la radiación solar que se ha recibido salga de la atmósfera. Entonces se queda oscilando entre el cielo y una capa baja de la atmósfera. Entonces la temperatura se siente más fuerte, porque aumenta hasta tres grados la sensación térmica. Esta sensación empeora en las ciudades, ya que el calor penetra más el concreto de carreteras y edificios y hace que irradie y permanezca más en el ambiente.

Aunado a eso están los efectos que provocan fenómenos como El Niño y La Niña. En Honduras no hay estaciones, solo hay dos temporadas: la seca y la lluviosa.

La seca comienza en noviembre en algunas regiones del país como la central, sur, suroccidente y oriente. En ese tramo seco del año se presentan los frentes fríos que son los que arrastran lluvias que pueden ser débiles, moderadas y fuertes y que afectan principalmente la costa norte, la insular, occidente, La Mosquitia y el norte de Olancho.

Por otro lado está la temporada de lluvia que comienza a mediados de mayo y tiene un pequeño lapso de sequía que se llama canícula. Esta va del 20 de julio al 20 de agosto, es decir, que dura un mes.

En la actualidad, Honduras enfrenta el fenómeno de la Niña débil, con tendencia a que en agosto o septiembre sea neutral. Hay una probabilidad media a alta de que la temporada de huracanes sea mayor debido a la influencia de La Niña débil.