San Pedro Sula, Honduras. El grito “¡Viva Honduras!” se escuchó en varias ocasiones en todo el país durante las inolvidables celebraciones de los aficionados hondureños ante las victorias obtenidas de su Selección Nacional, que le permitieron su pase al Mundial de Brasil 2014.
Cabe mencionar que la afición de la Selección de Honduras siempre estuvo en la victoria y en la derrota. Fueron incondicionales bajo el sol o la lluvia y su corazón siempre ha latido igual en Honduras o fuera del país.
La Bicolor es para su afición unos verdaderos héroes. El amor de la afición hondureña hacia su Selección sobrevivió a la prueba de una dura eliminatoria, en que las lágrimas estuvieron por igual a causa de la alegría y de la tristeza.
Hoy la sonrisa va de lado a lado en el rostro, con la frente en alto y el alma a más no poder por la misión cumplida: Honduras está en su tercer mundial de la historia y en el segundo consecutivo.
La afición hondureña se puso la camiseta número 12 y con su amor, pasión y aliento jugó el papel más importante para la Bicolor: dar el apoyo incondicional a la Selección Nacional que luchó para lograr el pasaje a Brasil 2014.
Si bien el Estadio Olímpico de San Pedro Sula y el Estadio Nacional de Tegucigalpa fueron las casas de la Selección de Luis Fernando Suárez, fueron todos los hondureños que desde sus casas, en los restaurantes y en las calles pusieron su granito de arena para alentar y hasta aportar con su crítica en un proceso que logró su objetivo: llevar a Hondiuras a Brasil 2014, nuestro nuevo destino.
No cabe duda que la Bicolor tienen una afición de Mundial, en la que desde los más pequeños hasta los mayores siempre demuestran su amor incondicional.
