Al menos tres indocumentados recluidos en centros de detención en Georgia han dado positivo a la COVID-19, confirmó hoy el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), aunque los activistas aseguran que los casos de coronavirus en esos sitios son muchos más.
Según ICE, hay dos reclusos enfermos en el Centro de Detención de Stewart, uno de Honduras y otro de Bangladesh, y un colombiano en el Centro de Detención de Irwin, y los tres permanecen aislados del resto de presos, mientras que varios otros que tuvieron contacto con ellos fueron puestos bajo observación por exposición al COVID-19.
Sin embargo, de acuerdo al grupo Georgia Detention Watch son cinco los reclusos que dieron positivo en Stewart y al menos 30 casos sospechosos en ese mismo centro de detención ubicado en Lumpkin, en el centro de Georgia, donde también se reportan al menos dos empleados enfermos.
La situación ha llevado que un grupo de detenidos en la prisión realizará el jueves una protesta para pedir su liberación, por temor de contagiarse con el coronavirus a causa de las condiciones en las que se encuentran confinados, manifestación que acabó siendo 'reprimida' por los guardias, según denunciaron organizaciones y activistas.
'Ellos solo tomaron la decisión de manifestarse pacíficamente para pedir su liberación y se respondió con tácticas de represión', afirmó Valencia, que señaló que los oficiales usaron gas pimienta contra los inmigrantes.
CoreCivic, la empresa que maneja la prisión de inmigración en Stewart, confirmó que los oficiales sofocaron una protesta que comenzó cuando un grupo de detenidos bloqueó una puerta, cubrió ventanas y se rehusó a volver a sus camas.
'El personal pudo exitosamente restablecer el orden' y nadie resultó herido, dijo a Efe Amanda Gilchrist, directora de relaciones públicas de CoreCivic.
'ICE tiene la responsabilidad de liberar a todos los detenidos de estas cárceles horribles antes de que veamos una catástrofe mayor', aseguró la activista a Efe.
En los últimos días, un número creciente de indocumentados ha sido liberado de centros de detención del país después de que ICE se viera obligada a contestar un aluvión de demandas que exigen la liberación de los inmigrantes en mayor riesgo de contagio y medidas para garantizar la seguridad sanitaria de los detenidos.