Un hondureño identificado como Miguel Ángel Hernández Meza (20) murió ahogado en Periana, un pueblo de Málaga, España.
Miguel Ángel trabajaba en una finca que se dedicaba al cultivo de oliva.
Según relató el periodista hondureño Enrique Vásquez, el compatriota se había ganado la confianza de sus jefes y el viernes tras terminar su jornada laboral su patrón lo dejó en la finca.
”El jefe le dijo que se quedara en la casa de campo que está en la finca. Ahí hay una piscina”, relató Vásquez.
Un día después, el sábado 13 de julio la madre de Miguel Ángel comenzó a llamar al joven trabajador y cuando llegaron a la finca, lo encontraron muerto dentro de la piscina.
Su madre dijo que hace nueve meses lo trajo desde Honduras con la idea de superarse.