Enojados y con las manos vacías socios de Koriun en Copán: "Nos ganó la ambición"

Con las manos vacías, con muchos temores y reflexiones regresaron el jueves a casa muchos socios de la filial de Koriun Inversiones en Nueva Arcadia (La Entrada), Copán.

“Nosotros teníamos que haber ido metiendo de poquito en poquito el dinero, pero nos ganó la ambición”, decía Juana Pinto, una menuda mujer copaneca que, de los nervios, por ratos sonreía y por otros se sumergía en lo profundo de sus pensamientos.

Ella no era la única. Aquella pequeña oficina que no pasaba de unos 4x7 metros de ancho y largo, respectivamente, estaba llena de gente como Juana.

En grupos de dos o tres, los socios se detenían a platicar de la situación que afrontaban.

La mayoría estaba convencida de que volvería a sus hogares con todo el capital de sus inversiones en Koriun, pero no obtuvieron ni dinero ni respuestas sobre cuándo y cómo lo obtendrán.

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Desde que las ventanillas abrieron en la pequeña oficina, donde apenas hay un par de sillas, bancas y un aire acondicionado mini split que no refrescaba nada, comenzó la incertidumbre.

Algunos dicen que los primeros en la fila, que durmieron en las afueras del edificio desde la noche del miércoles, sí recibieron sus capitales, pero parciales. Los demás se limitaron a llenar un acuerdo de pago en el que especificaban si se retiraban del todo o si solo lo hacían de forma parcial.

En ese trámite estaban cuando a eso del mediodía un incidente alteró los ánimos y los peores miedos.

Según cuentan los mismos socios, llegaron tres personas portando armas para exigir el pago de todas las aportaciones de uno de ellos. “Eran tres hombres, uno entró armado y exigió que le pagaran todo. Al parecer se llevó dos millones de lempiras. Los otros dos se quedaron en la puerta. Yo creía que algo nos iba a pasar”, dijo una de las ciudadanas, una señora de la tercera edad a quien del susto se le subió la presión.

Tras el incidente, varios agentes de la Policía Nacional subieron a las oficinas de Koriun. Elder, el responsable de la sucursal, les comentó el incidente.

Luego de eso, las atenciones se suspendieron. La gente exigía que le devolvieran su dinero hasta que alguien, otra socia, gritó: “Dinero no hay, lo que tienen que hacer es volver a hacer la fila y llenar el contrato donde dirán si van a seguir o no”.

Tras ello, las personas volvieron a formarse con sus contratos o documentos en mano para cumplir el requisito. La incertidumbre ahora es qué pasará, ya que el encargado comunicó a los socios que, por disposición de los dueños de la plaza, debían desalojar el jueves mismo, debido a los incidentes ocurridos y al daño causado a la propiedad por los tumultos de gente.

Elder agregó a un grupo de difusión en WhatsApp a los socios que no estaban para confirmarles por esa vía dónde se localizarán las nuevas oficinas de La Entrada.

“El cambio de oficina no es un tema de ahorita. Ese tema hace como un mes o un mes 15 días. Él recibió la notificación del dueño del edificio que les desocupara, pero por mientras solucionamos el problema, pues vamos a estar ahí para no causar malos entendidos”, se escucha en el audio atribuido a Iván Velásquez, gerente de Koriun.

Muchas personas dijeron que no se moverían del lugar mientras no les devolvieran el dinero. Por una de las ventanas, el equipo de LA PRENSA constató que las cuatro personas que estaban atendiendo a los socios no tenían a la mano los fajos de dinero ni las cajas donde se guardaban.

Gran parte de los socios son personas humildes dedicadas al cultivo de café, la agricultura y la ganadería en el occidente de Honduras.

En horas de la tarde del jueves, varios clientes denunciaron que la desorganización en la sede era tal que los pocos que lograban retirar no recibían recibos de la transacción. A otros les sugirieron reclamar en Choloma, donde está la sede más concurrida. “Nos dicen que nos vayamos a Choloma, ¿qué vamos a hacer en Choloma”.

En tanto, la sede de Koriun en Santa Bárbara estuvo cerrada el jueves, supuestamente abrirá el fin de semana para entregar capital si los socios así lo requieren.