Al pararse sobre los restos del bordo del margen izquierdo del río Humuya, en el sector de Higuerito Viejo, la preocupación es evidente en el rostro del vicealcalde de Potrerillos, Román Arias, y los pobladores que le acompañan.
A más de 170 días del paso de los huracanes Eta y Iota, en ese caudaloso río permanecen dos rupturas de 700 metros y su cauce está desviado sobre hectáreas de cultivos y a tan solo un par de kilómetros de la carretera CA-5, que conecta a San Pedro Sula con Tegucigalpa.
El caudal de este cuerpo de agua, que unos kilómetros al norte desemboca en el Ulúa, creció tanto en el sector de Higuerito Viejo que inundó el sur del municipio, atravesando de este a oeste, se mezcló con el río Blanco, que también desemboca en el Ulúa, y el municipio quedó parcialmente bajo el agua.
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“En ningún momento del pasado se había roto ese bordo del río Humuya, de hecho por esta situación por primera vez en la historia la comunidad de Campo Bejuco se inundó. Asimismo, los barrios Morazán, Suyapa, Cabañas, Pedregal, Príncipe de Paz, Sinaí y Las Palmas fueron inundados por la gran cantidad de agua que el Humuya arrastró hasta el río Blanco”, manifestó el funcionario.
Sin embargo, pese a que esta situación se ha expuesto a las autoridades de Gobierno, aún no se han comenzado los trabajos en esta zona y no hay una fecha clara de cuándo repararán los daños, afirma el vicealcalde, por lo que el temor los invade, ya que si las lluvias pronosticadas llegan a cumplirse todo el municipio podría inundarse y el paso de Tegucigalpa a SPS se vería interrumpido.
En El Progreso, Potrerillos, Puerto Cortés, Choloma, Villanueva y La Lima, las estructuras de protección están colapsadas y las reparaciones solo han llegado a La Lima
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Vulnerables
En los
Bajos de Baracoa, en Puerto Cortés, los pobladores están expuestos a las llenas porque ahí tampoco han comenzado los trabajos en las múltiples rupturas que afectan, principalmente en El Sofoco y El Mango, Tapón de los Oros, todo el sector de El Pantanal y las plantaciones agrícolas. La semana pasada, los pobladores de Baracoa realizaron una protesta sobre la CA-13 exigiendo
el inicio de las reparaciones de los bordos. En El Progreso, Potrerillos, Puerto Cortés, Choloma, Villanueva y La Lima, las estructuras de protección están colapsadas y las reparaciones solo han llegado a La Lima
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LA PRENSA también recorrió el margen izquierdo del río Chamelecón en Baracoa y constató que ahí no existe ningún bordo que proteja a Baracoa Centro.
Las comunidades El Sofoco y El Mango se inundarían en pocas horas por tres fisuras en el bordo del margen derecho del río Chamelecón.
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En los Bajos de El Progreso también esperan con desesperación la reparación de varios bordos del río Ulúa que cederían ante una nueva crecida, dijo Concepción Zavala, presidente del patronato de Río Chiquito, comunidad en los campos bananeros.
En Las Flores taparon una ruptura con una reparación provisional que se ve que no está bien. Y en Buena Vista también taparon. Nadie de la CCIVS ha venido a supervisar y en otras partes el río ya se va a llevar el primer bordo de contención, solo quedan cuatro metros de grosor para ser socavado”, informó.
En El Progreso, Potrerillos, Puerto Cortés, Choloma, Villanueva y La Lima, las estructuras de protección están colapsadas y las reparaciones solo han llegado a La Lima.
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“Todos los bordos están debilitados por la falta de mantenimiento. Somos 25,000 familias en peligro, estamos nerviosos, para dónde agarramos si nos agarra la llena. Urge el mantenimiento”, finalizó.
En los Bajos de Choloma, la municipalidad contabiliza 32 rupturas en los bordos del río Chamelecón y los trabajos no inician ni hay fecha. Los sectores afectados son aldea Banderas, Montañuela, Lupo Viejo, Poza del Riel, La Protección, La Venta y Waller Adentro.
“Solo en Banderas hay más de 5 rupturas, el Gobierno no ha venido a ver este daño. Clamamos por la pronta reparación, tenemos miedo”, dijo Marisol Castillo, del patronato de Banderas. Delmis Cardona, jefe de la unidad de gestión de riesgo de La Lima, informó que el Gobierno ya comenzó a reparar el canal Maya. La totalidad de los 117 kilómetros del canal Maya y Campín están dañados. Se prevé trabajar “día y noche” para finalizar las obras a finales de mayo, justo antes de la temporada ciclónica, que se inicia en junio.
En Villanueva urge el dragado de la quebrada Chasnigua, que nace en la montaña de El Calán y baja por el cerro hasta la carretera CA-5.