El café hondureño perdió de manera indefinida los mercados de Rusia y Ucrania a causa del conflicto bélico que mantienen esos países; sin embargo, las exportaciones generales del país no han resultado golpeadas, debido a que ambas plazas realizan compras mínimas.
Antes de que Moscú ordenara la invasión, esos dos mercados le compraban a Honduras alrededor del 1.5% de la exportación total, aproximadamente $13 millones de unos $1,100 millones que anualmente produce la caficultura a la balanza comercial.
En la cosecha 2020-2021, según cifras del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), Rusia le compró a Honduras 81,701.69 sacos de 46 kilos por $12,325,201.66 (1.07% del total exportado) y Ucrania 9,579.75 sacos de 46 kilos por $1,503,881.67 (0.13%).
Entre los dos compraron $13,829,083.33, una cifra bastante baja frente a los $301,911,187.10 de Estados Unidos, el mayor cliente del grano hondureño.
Miguel Pon, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), le informó a Diario LA PRENSA que afortunadamente “el impacto que tendrá no es significativo” gracias a que los exportadores lograron enviar la mayor cantidad de sacos antes de que estallara el conflicto bélico el 24 de febrero.
“En la cosecha 20-21 se exportaron a Rusia 218 contenedores que equivalen a 81,700 quintales, eso representa el 1.07% del total exportado. A Ucrania, 26 contenedores que equivalen a 9,580 quintales, eso representa el 0.12% del total de las exportaciones del año pasado.
Lo que llevamos acumulado a esta fecha, en la presente cosecha 21-22, a Rusia: 87 contenedores que equivalen a 32,437 quintales, eso representa 1.2% (del total exportado hasta la fecha) y a Ucrania, 10 contenedores que equivalen a 3,757 quintales, eso representa el 0.1% del total exportado hasta la fecha”, explicó en una entrevista con Diario LA PRENSA.
Por ahora, esos dos mercados se encuentran descartados para las empresas exportadoras: Ucrania por estar resistiendo una invasión armada y Rusia por estar bajo una ola de sanciones económicas, entre las cuales sobresalen el bloqueo del acceso a la red SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales) que permite efectuar transferencias bancarias en todo el mundo.
“Si nosotros como exportadores quisiéramos enviar café a Rusia o a Ucrania, no podríamos. Si exportáramos a Rusia no hay forma que ellos hagan el pago de esas compras. Si ellos quieren exportar tampoco pueden hacerlo porque no puede recibir los pagos”, dijo.
Otros destinos
El diferencial de café que no logró entrar a esos dos mercados será absorbido por cualquiera de los restantes 57 países clientes y en caso de que Rusia no se retire de Ucrania y esté sometido a sanciones durante el resto del año, los exportadores tienen claro que se verán obligados redireccionar a otras plazas los más de 91,000 sacos en el ciclo de producción 2022-2023.
Honduras, que se mantiene entre los primeros seis mayores exportadores de café del mundo, tiene como sus grandes clientes 15 países que le compran el 93%. Entre ellos, Estados Unidos (1,896,958.12 de sacos), Alemania (1,842,031.77), Bélgica (783,792.80), Francia (396,917.52), Italia (390,054.21) y Canadá (318,662.72). Rusia no figura en ese grupo.
1. Mercados de bajo consumo de café: En 2020, Rusia y Ucrania consumieron 6.26 millones de sacos de 60 kilogramos de café, lo que representó el 3.8% del consumo mundial, según la Organización Internacional del Café (OIC). Para Honduras, en ambos mercados vende menos de $14 millones al año.
2. Aumentan
costos de producción: La OIC advierte que la caficultura se enfrentará a “costos de insumos más elevados” a causa del conflicto armado. Rusia abastece el 20% del mercado mundial de amoníaco transportado por mar, el cual dependen del petróleo. Esto incide en un aumento en el precio de los fertilizantes.
3. Reducción en la producción: De prolongarse el conflicto en Europa del Este, los productores de café de Honduras tendrán que pagar altos precios por los fertilizantes y por los combustibles para transportar la cosecha. Debido al incremento del precio de insumos, los productores pequeños no podrán fertilizar las fincas.
Todos los años, la cosecha es comprada en las zonas productivas por 78 empresas exportadoras; pero de todo ese conglomerado, 10 envían el 71% de la producción a mercados que actualmente muestran un alza en el consumo.
Para toda la cadena, integrada desde productores hasta exportadores, la invasión a Ucrania no solo ha cerrado dos mercados, sino que ha creado un panorama impregnado de incertidumbre. Los actores, por un lado, observan volatilidad en las cotizaciones y, por otro, un incremento en los costos de producción u operación por el alza de precios de fertilizantes y petróleo.
“Hemos visto cómo, desde mediados de febrero, la cotización de futuros de café en la bolsa de Nueva York llegó hasta $260 (por café verde, precio de referencia utilizado en todos los países productores de café arábica) y hemos visto que ha bajado. Pasó de $260 a $220 (viernes).
El viernes subió $3.95 respecto al cierre del jueves. Estamos viendo una tendencia a corto plazo a la baja, pero una volatilidad marcada. En un día puede bajar o subir hasta $10. Eso es un problema de largo plazo si el conflicto se mantiene más allá porque Honduras comienza a cortar el café en noviembre”, dijo.
Pese a los factores negativos derivados del conflicto en Europa del Este, la Organización Internacional del Café (OIC) proyecta un crecimiento en el consumo mundial del café (de 3.3%: 170.3 millones de sacos en 2021/22 frente a 164,9 millones del año cafetero 2020/21) que incidirá en un crecimiento en la demanda y en el precio.
Fertilizantes
Pero Benjamín Paz, uno de los productores más destacados de Santa Bárbara y socio de la empresa Exportadora San Vicente, ubicada en Peña Blanca, Santa Cruz de Yojoa, considera que “independientemente de que los precios de café estén elevados, muchos productores no llegarán al punto de equilibrio porque los costos están demasiados altos”.
“El aumento del precio de los fertilizantes es un problema. Ha aumentado hasta 300%.
Son insumos que van directamente de la mano con la producción. Muchas personas están en el dilema de usar el poco dinero que tienen para comprar fertilizantes o comprar alimentos para comer. A ese nivel hemos llegado”, dijo.
El incremento de los costos sorprendió a los caficultores justamente cuando comenzaban a recuperar la producción que tuvo un notable decremento por las restricciones derivadas de covid-19. De 9.5 millones de sacos (2017-2018) bajó a 7.3 millones (2019-2020).
Tradicionalmente los productores utilizan fertilizantes nitrogenados procedentes de Rusia, en su mayoría, en plantaciones nuevas como en las antiguas en diferentes momentos del año. Paz, por ejemplo, los emplea en sus fincas en junio, septiembre y diciembre, pero otros cafetaleros en distintos meses.
Paz no cree que, por dejar de usar fertilizantes en los próximos meses, la cosecha nacional experimente una contracción. Sí está seguro que la no aplicación de esos insumos afectará la calidad del grano; las fincas exigirán los nutrientes y no los recibirán en las cantidades que comúnmente han captado.
La invasión rusa no solo ha disparado el precio de los fertilizantes y el petróleo (que incide en los costos de las empresas), ha provocado que clientes del café hondureño lleven los negocios con cierta cautela.
“Nosotros (Exportadora San Vicente) exportamos a Norteamérica, Europa y Asia. No exportamos a Rusia y Ucrania; pero debido a la crisis, algunos compradores que tenemos en Europa se abstienen de decisiones concretas porque no saben la magnitud que alcanzará el conflicto”, dijo.