Hoy, el 6% de la población hondureña tiene 65 años de edad o más, pero al final de la década la cifra será casi el doble (11.1%), según proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para este año.
En un contexto donde arriba del 49% de las personas tienen menos de 24 años, las reflexiones sobre el eventual envejecimiento están lejos de ser prioridad.
Sin embargo, la realidad para cientos de miles de hondureños es que su edad es una desventaja para aspirar a un puesto de trabajo o aprender otro oficio que les permita autoemplearse.
A pesar de que los cursos gratuitos que ofrece el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) son abiertos para todo público, un sinfín de personas han recibido negativas por su edad.
Según internautas que han solicitado información para inscribirse a los cursos de mecánica, electricidad o electrónica, estos solamente están disponibles para menores de 23 años.
“Si uno pasa de cierta edad le dicen ‘usted no aplica al curso’, o sea, hasta para esos cursos hay discriminación de edad”, dijo Osmán Murcia, quien intentó inscribirse a uno.
Diferentes sectores han instado por el fortalecimiento de la institución para que sea una respuesta a los más de 865,000 jóvenes de entre 12 y 29 años que no estudian ni trabajan y, a la vez, una opción para las personas que debido a su edad ven cada vez más limitadas las posibilidades de acceder a un empleo.
“El error del Infop es tener tanto personal administrativo, que es el que encarece los costos y que deja al final únicamente un 14% para las actividades educativas”, dijo Fredis Cerrato Valladares, director del Infop, quien adelantó que buscarán potenciar y financiar la institución, y para ello “tendremos que dialogar con la empresa privada”.
Al recibir los estados financieros del Infop, el funcionario notó que no hay dificultades para pagar la planilla, que absorbe el 83% del presupuesto de la institución, “debido al crecimiento vegetativo que ha tenido el sindicato en sus contratos colectivos y que son derechos que han adquirido, llegando a niveles sumamente altos, superiores a los que tiene el director del Infop”.
El funcionario agregó que serán en esas mismas conversaciones los espacios para “dejar en claro” que empiecen a pagar todas las empresas que no aportan el 1% del total de sus planillas salariales al Infop, en conformidad con la ley.
“Más importante aún es que el Gobierno debe cumplir pagando el 0.5% de las planillas totales de salarios, que no lo hacen. O sea que tienen una deuda supermillonaria con el Infop”.
Cerrato Valladares dijo que la institución cuenta con un gran equipo de instructores, con formación y experiencia, por lo que buscarán maneras de aprovechar ese recurso humano.
Emprender
A sus casi 66 años, Manuel Nolasco Carías asegura sentirse con la vitalidad de alguien de 40. Recuerda pasar su juventud entre los campos bananeros y las aulas del instituto Patria de La Lima, de donde egresó con buen índice.
“Me vine a San Pedro Sula y la mayor parte del tiempo he trabajado en restaurantes. Mi rubro es la gastronomía, ser supervisor, mesero, metre, bartender y la cocina me gusta demasiado”, refirió Nolasco, quien antes de la pandemia se desempeñó en una empresa de transporte.
“Desgraciadamente a la gente de tercera edad ya no les dan trabajo, por ello soy una persona que ha motivado a sus conocidos a emprender”, agregó don Manuel.
Nolasco ha hecho lo propio apoyado de su esposa y su hija para poner en marcha los vinos artesanales Doña Esperanza, los que comercializan a través de redes y en el Bazar del Sábado, que lidera la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).
Según estimaciones del INE, para 2022 unos 578,246 hondureños tienen más de 65 años, pero menos del 10% tienen acceso a los sistemas de jubilación y pensiones, lo que repercute en gran medida en su seguridad económica, salud y entorno.
Culto a la juventud
Tras quedarse desempleado en los primeros meses de la pandemia y verse discriminado por su edad, Jorge Flores (de 45 años) subsiste de manejar su carro como taxi VIP.
Sin permisos legales para operar, el padre de familia, que acumuló más de 15 años de experiencia como motorista en dos empresas, es parte de la economía informal que sostiene a siete de cada 10 hogares en el país.
“El principal problema del mercado laboral continúa siendo el subempleo. El subempleo en 2019 alcanzó al 60.6% del total de personas ocupadas; es decir, al menos 2.1 millones de personas trabajaron más de 36 horas y tuvieron ingresos inferiores a un salario mínimo”, explicó Efraín Farach, especialista en modelos de negocio y consultor.
Para 2020, el porcentaje de subempleo se incrementó a 70.6% del total de ocupado, o sea, al menos 2.5 millones de personas.
Cualquier forma de discriminación por motivo de sexo, raza, clase y otra lesiva a la dignidad humana ha sido declarada punible en el artículo 60 de la Constitución de la República.
Un estudio reciente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) plantea que en los próximos 30 años la proporción de latinoamericanos de al menos 65 años se duplicará, para alcanzar casi un 18%. Esto traerá consecuencias económicas: se calcula que, en promedio, los países de América Latina tendrían que incrementar sus gastos en pensiones y salud en 3 puntos porcentuales del PIB. Además, se calcula que para finales de siglo superará 30%.
También la Ley de Igualdad de Oportunidad para la Mujer, publicada en el año 2000, en su artículo 55 prohíbe a los patrones y empleadores anunciar por cualquier medio sus ofertas de trabajo y especificar como requisitos sexo, edad, religión o estado civil, salvo que por la naturaleza del empleo este requiera características especiales, las cuales deben ser autorizadas por la Inspectoría del Trabajo.
Pero la marginación y el menosprecio a las personas por su edad se ha vuelto una práctica generalizada en casi todo el mundo. María Isolina Oviedo (52 años), pedagoga con maestría en Gestión de la Educación, se cansó de la negativa que recibía cada vez que aplicaba a empleos.
“En Honduras, a los 35 años está obsoleto.Le piden conocimiento de todo a los 21 años y maestría a los 23. Las empresas no valoran la experiencia, el aprendizaje y la madurez. Es lamentable, y todo eso precisamente fue lo que me orilló a emprender”, dijo.Apoyada de su familia fundó Arte María, emprendimiento de elaboración de artesanías y decoraciones para el hogar.