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Honduras ha otorgado más de $29,000 millones en dispensas a lo largo de la última década

  • 21 febrero 2020 /

Reportes revela cuán grande ha sido el sacrificio fiscal debido a estos beneficios fiscales

San Pedro Sula, Honduras

El Estado necesita el ingreso que aportan los impuestos y esta es la razón por la que la agencia a cargo de la recaudación, el Servicio de Administración de Rentas (SAR) se esfuerza por alcanzar las metas proyectadas y combatir la inflación.

El SAR ha tomado medidas para ampliar la base de contribuyentes, haciendo gestiones por incluir a los sectores informales como las mipymes a través de iniciativas como el pago del “monitributo”.

El objetivo que se persigue es que la mayor parte de quienes puedan contribuir, tributen y cumplan con sus obligaciones de pago de impuestos.

Pero hay excepciones y existen casos en los que el Estado opta por no cobrar ciertos impuestos, una maniobra que se conoce como dispensa.

Sacrificio fiscal

El otorgamiento de dispensas supone un sacrificio fiscal porque el Estado deja de percibir importantes ingresos al renunciar a recaudar estos tributos.

La Secretaría de Finanzas nos da una idea de cuán grande ese ese sacrificio cuando se revisan los reportes de dispensas que publica en su sitio web.

Allí se encuentran los montos de las dispensas otorgadas a lo largo de la última década, desde enero de 2011 hasta aproximadamente septiembre de 2019.

Si revisamos los reportes a lo largo de la década, hallamos que entre enero de 2011 y septiembre de 2019, el Estado hondureño otorgó nada menos que 29,231 millones de dólares (alrededor de 721 mil millones de lempiras).

La mayor parte de estas dispensas (alrededor del 16%) fueron otorgadas a Embajadas y cuerpos diplomáticos. Otro porcentaje significativo (13.9%) se concedieron a gestiones en apoyo al turismo, en tanto que algunos tipos de ventas representan hasta aproximadamente un 11% del total.

Hay que mencionar que el otorgamiento de dispensas ha venido en descenso en los últimos años. Aún así, las cifras son todavía considerables.

Según los reportes antes mencionados, tan solo en los primeros nueve meses del año pasado, se otorgaron dispensas por el orden de los 484 millones de dólares (un aproximado de 11,900 millones de lempiras).

Difíciles de eliminar

Sin embargo, y a pesar de la enorme pérdida de ingresos que representa, no parece fácil prescindir de ellas.

El economista Roldán duarte explicó en una entrevista que había que tener “cuidado” con esta clase de beneficios fiscales, pues su eliminación puede conducir a un aumento de costos para las empresas, lo que termina repercutiendo en los precios que pagan los consumidores por ciertos productos o servicios.

Por otro lado, la falta de una regulación estricta abre la puerta al abuso y a la corrupción, situaciones que ya se han dado en el pasado, levantando toda clase de señalamientos.

Junto con las despensas, las exoneraciones también constituyen una importante fuente de sacrificio fiscal. Ese será el tema de un próximo artículo.