06/12/2025
03:02 PM

Volvamos a clase

    Obras son amores y no buenas razones”, reza el clásico refrán. Y por ese motivo, y porque para demostrarle amor a Honduras no basta con hacer declaraciones encendidas, y mucho menos propósitos huecos, hay que poner manos a la obra y poner los medios para que miles de hondureñitos puedan volver a clases presenciales y retomen el único camino que asegura su movimiento social ascendente, su salida de la pobreza: la educación.

    Las autoridades educativas han manifestado su intención de realizar una inversión millonaria en la recuperación de cientos de edificios escolares a lo largo y ancho de todo el país, y, particularmente, en las zonas del valle de Sula que resultaron afectadas por las tormentas tropicales que azotaron la zona a finales de 2020. Hay, todavía, ahí, escuelas con lodo en sus aulas, con los sistemas de agua y drenaje obstruidos y con el mobiliario y el material didáctico destruido. Ya hay organismos multilaterales de crédito que han ofrecido fondos para financiar el proceso de reconstrucción de los edificios escolares y para la adquisición del equipo básico para el retorno a clases presenciales. Sin embargo, la necesidad es tal que, difícilmente, con ese dinero se van a satisfacer todas necesidades y a suplir todas las carencias. Por eso Diario LA PRENSA ha decidido impulsar el proyecto Volvamos a clase, por medio del cual se busca dotar de pupitres, pizarras y papelería a algunos centros educativos de la zona. La convocatoria de LA PRENSA ya ha recibido el respaldo de otras entidades que se integrarán a est a acción solidaria tan importante y necesaria.

    No está de más señalar que el retorno a clases de los niños y jóvenes que frecuentan los centros educativos de propiedad gubernamental es urgente. En el subsector educativo privado ya hay muchas escuelas y colegios que han retomado la actividad presencial desde hace varios meses. La continuación de la suspensión de actividades presenciales en las escuelas y colegios públicos no hacen más que ampliar la ya significativa brecha entre un subsector y otro. Mientras unos niños y jóvenes han podido retornar a las aulas y recuperar la normal rutina de trabajo, otros, los que están en desventaja, se mantienen a la expectativa y no logran avanzar normalmente en sus estudios.

    La insistencia en el tema tiene carácter de urgencia: volver a clase es una necesidad impostergable. Por eso deben aunarse todos los esfuerzos posibles para limpiar y poner a funcionar de nuevo las escuelas. Es un deber patriótico, y así lo hemos entendido desde este diario.