05/12/2025
12:10 AM

Trata de personas

    Quienes caen en las redes de las y los tratantes, sea bajo amenazas, engaños, fuerza, se convierten de hecho en esclavos (as), sometidos a la voluntad del que se considera su dueño (a), siendo obligados (as) a trabajos sin recibir remuneración alguna, sean de tipo doméstico, delictivo, sexual, como mendigos.

    Quien protesta tal infamante condición es castigado con torturas, violaciones, encierro prolongado con el propósito de amedrentar, anular su personalidad, reducir a la impotencia y obediencia incondicional, eliminar la autoestima.

    Cuando se trata de mujeres son forzadas a prostituirse, y si resultan embarazadas, el recién nacido (a) es vendido (a) sin que la madre logre saber su paradero, ya que la criatura es ofrecida en adopción irregular.

    Con relación a menores de edad, son obligados a robar o a matar, cual si fueran sicarios. Interpol recién divulgó que más de cien menores hondureños (as) se reportan como desaparecidos desde el primero de enero de 2013 al presente, ignorándose qué ha ocurrido con ellos (as).

    Respecto a jóvenes adolescentes y adultas, de modesto origen socio-económico, son engañadas con la promesa de un empleo en otra ciudad u otro país, siendo su destino muy otro: forzadas a vender sus cuerpos, prostituidas en lupanares que al quedar cautivas no pueden abandonar hasta que son vendidas a otro prostíbulo. Las redes sociales son utilizadas para insertar avisos que sirven de anzuelo para engañar a quienes urgen de un empleo.

    Y lo más horrendo: la extracción de órganos, que son vendidos en el mercado negro, obviamente sin el consentimiento de la víctima, que puede terminar lisiado o muerto en el proceso.

    Los y las tratantes de personas deben ser denunciadas, aprehendidas y sancionadas con penas severas que sirvan de disuasivo ejemplar. Tan infamante negocio, altamente lucrativo, debe condenas y castigos ejemplares.

    Existe un vínculo entre personas reportadas como desaparecidas y la trata de seres humanos. Son secuestradas (os) para traficar con ellas (os), cual si fueran mercancía sujeta a la compra-venta, a la oferta y demanda. O lo que es lo mismo, sometidas (os) a modalidades de la esclavitud, forma de explotación que se suponía había sido superada.

    La retención de personas en contra de su voluntad, mediante el uso de la violencia, física y psicológica, es un grave delito que debe ser denunciado por la ciudadanía reportándolo a las autoridades competentes tan pronto se tenga información fidedigna.

    Es un deber unirnos todos, gobierno y sociedad, para luchar contra este deleznable delito.